Nuevos ADAS, ¿seguros más caros?
- Mayor seguridad en los coches implica seguros más altos
14 diciembre 2022
La Unión Europea (UE) quiere, a través de su “Visión Cero”, aproximarse a la cifra de cero fallecidos y cero lesiones graves en las carreteras de la UE de aquí a 2050. A medio plazo, hasta 2030, el objetivo es reducir el número de muertes y de lesiones graves en un 50%.
Cada año se producen casi 1 millón de accidentes en la UE. Para evitarlos, es imprescindible aprovechar la innovación en los vehículos, señala Sernauto, Asociación Española de Proveedores de Automoción.
Así, desde el 7 de julio de 2022 son obligatorios en los vehículos de nueva homologación ocho nuevos sistemas de ayuda a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés) que mejorarán la seguridad del vehículo, sus ocupantes y el resto de usuarios. Y en julio de 2024 todos los vehículos nuevos que se vendan en la UE deberán tener ya instalados estos ADAS.
“La Comisión Europea ha realizado un gran trabajo y situado Europa a la vanguardia de la seguridad de los vehículos –puntualiza Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE–. Los sistemas han pasado un escrutinio minucioso y todos son altamente efectivos. Pero de nada sirve tener una excelente normativa o disponer de sistemas en vehículos de alta gama: tienen que llegar a los todos los automovilistas y hay que prestar atención a la renovación del parque, que sigue envejeciendo. Tan importante como la nueva normativa sería incentivar el mercado de primera y segunda mano con vehículos recientes y equipamiento de seguridad”.
Los nuevos ADAS
Podemos hablar realmente de siete ADAS y de una caja negra (EDR).
• Asistente de velocidad inteligente (ISA): conecta el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el sistema de Reconocimiento de Señales para adecuar la velocidad del vehículo a la de la vía.
• Detector de fatiga y somnolencia: ayuda y alerta al conductor antes de que pierda su capacidad de concentración al volante.
• Frenada de emergencia: asegura que la frenada se realice con la intensidad necesaria para detener el coche, reduciendo al máximo la distancia.
• Cámara trasera con alerta de tráfico cruzado: ayuda a maniobrar marcha atrás. Las más completas marcan la trayectoria con líneas de guía auxiliares.
• Alerta de cambio involuntario de carril: avisa al conductor de que pierde la trayectoria y se está saliendo del carril.
• Alerta de cinturón en las plazas traseras: determina si una plaza está ocupada, mediante un sensor de carga.
• Alcoholímetro integrado: de momento solo para profesionales. Los vehículos particulares llevarán una preinstalación para facilitar la implementación de un alcoholímetro con bloqueo.
“Esto –explica Jesús Monclús– abre la puerta a que algunas sanciones por delitos de tráfico se conmuten por dicho sistema (posibilidad de recogida en el Código Penal pero de uso todavía escaso)”. El alcohol y otras sustancias están presentes en el 40% de los conductores y peatones fallecidos.
• Caja Negra: no es un ADA, es un sistema de registro y almacenamiento de datos de colisiones que recopila información del vehículo y de sus ocupantes. En caso de siniestro, permite conocer lo que ha ocurrido antes, durante y después.
Menos accidentes… ¿seguros más baratos?
Diferentes estudios científicos avalan la efectividad de los ADAS. Y estiman que, si todos los vehículos los equiparan, se prevendría o mitigaría el 40% de los siniestros, el 37% de las lesiones graves y el 29% de las muertes.
Si la expansión de los ADAS conduce a reducir el número de siniestros, las reparaciones de compañías de seguros podrían ir reduciéndose en los próximos años, lo que desembocaría en seguros más baratos; también se podría hablar de subida de las primas, ya que reparar coches con estos ADAS, con toda su tecnología, supondrá un mayor coste. Así, este equilibrio entre la disminución de siniestros y su gravedad y un mayor coste de las reparaciones, ¿en qué posición coloca a las aseguradoras? ¿Abaratarán o encarecerán la prima?
Más seguros, más caros.
Respecto a una subida de la prima por la aplicación de ADAS, Víctor López, responsable de aseguradoras de Rastreator, matiza que “no debería haber grandes variaciones ni cambios. Precisamente esta nueva norma promueve la seguridad de los conductores, por lo que los asegurados tendrán menos posibilidades de sufrir u ocasionar un siniestro, lo que no implicará ningún coste nuevo o extra que pueda conllevar un aumento de precio en su póliza. En el único caso que supondría un alza de la prima es si aumentan las infracciones y, por tanto, las multas, generando un mayor número de personas que las recurran. Pero esta cobertura debe estar contratada de forma específica, por lo que no afectaría a todos los asegurados. A corto plazo no se espera que haya subidas por este motivo”.
Pero, ¿bajará el precio del seguro? “La realidad es que –señalan desde Rastreator–, a pesar de que se puedan reducir los partes, a priori no va a suponer una bajada de precios inmediata, aunque habrá que ver cómo funciona y evoluciona”.
Para Línea Directa Aseguradora, los ADAS suponen una gran mejora para la seguridad vial y contribuyen a la reducción de los accidentes. “Cualquier elemento que ayude a reducir el riesgo de sufrir un siniestro –comentan–, ayuda a bajar el precio del seguro. Pero no todos los ADAS influyen de la misma manera en la prima; los más sofisticados, como la corrección de la dirección, tienen mayor incidencia en el precio que otros con carácter más indicativo, como el pitido de marcha atrás. Depende mucho de su capacidad para evitar accidentes graves”.
Sí sufrirán un incremento de precio las pólizas al ser más costosas las reparaciones. Desde Línea Directa aclaran que “dependerá del accesorio; hay unos bastante asequibles y otros menos. Y cuanto más costoso y sofisticado es un vehículo, más cara es su reparación, pero, a priori, también tendrá menos accidentes. Hay que tener en cuenta que cuando una tecnología se asienta y se generaliza, su precio tiende a disminuir, lo que también influye en su proceso de reparación”.
Generalización y coste
Antonio Guardiola, responsable de la Comisión Técnica del Seguro del Automóvil de UNESPA, añade que “en el momento en que la tecnología evoluciona y se incorpora como elemento obligatorio en un vehículo, permite un abaratamiento que implica menos coste para el automóvil, al adquirirlo y al repararlo. Apoyamos cualquier avance que se traduzca en una reducción de la siniestralidad vial, que implican menos lesiones. Estos sistemas conllevan reducción de costes por accidentalidad y esta reducción se transmite en el precio del seguro. Cada compañía lo gestionará como crea oportuno, pero la mayoría de las compañías lo tienen en cuenta. Hay que recalcar que tenemos un parque de automóviles muy envejecido (el 30%, entre 15 y 20 años) y es importante buscar mecanismos para su renovación. De nada sirve incorporar nuevos ADAS si el parque es viejo”.
Para Francisco Olmedo, director de Particulares de AXA España, “el precio del seguro viene determinado por multitud de variables (tipo de conductor, vehículo, uso…), cuya incidencia varía según las coberturas contratadas. Un vehículo nuevo de valor mayor y alta tecnología puede ser más caro para la cobertura a todo riesgo, aunque puede bajar el precio de coberturas como Responsabilidad Civil debido a sus elementos de seguridad más innovadores. En cualquier caso, un vehículo más seguro y que reduzca la probabilidad de tener un accidente siempre tendrá un seguro más económico”.
Y ¿será más caro el seguro porque la reparación de los ADAS resulte más costosa? Olmedo aclara que “los vehículos que incorporan ADAS son más nuevos, por lo que su reparación siempre será más cara que un vehículo de mayor antigüedad que no incluya estos elementos de seguridad. Hay elementos, como el parachoques, que actualmente incorporan sensores y elementos tecnológicos que encarecen notablemente su reparación en caso de colisión. En otros casos, el encarecimiento de la reparación se debe a la necesidad de recalibrar estos sistemas para garantizar su correcto funcionamiento. Por ejemplo, la sustitución de la luna delantera”.
La Caja Negra ayudará a dilucidar la causa del accidente. Jesús Monclús (Fundación MAPFRE) matiza que “permitirá averiguar qué pasó realmente en el siniestro y, gracias a ello, ayudará a la investigación y mejora de los vehículos y sus sistemas de seguridad y a repartir responsabilidades con mayor justicia y menor incertidumbre”. Así, servirá para reconstruir el accidente (información muy útil para los peritos del seguro) y fijar los parámetros en las lesiones por accidente.
Según el comparador de seguros de coche Acierto.com, es importante entender que las aseguradoras calculan el riesgo en base a estadísticas, como las que aseguran que el perfil con más riesgo de sufrir accidentes es el de un hombre menor de 25 años (por eso los seguros para menores de 26 años son más caros). O que los hombres casados y con hijos conducen con mayor precaución (por eso consiguen primas más atractivas). Los datos de las cajas negras ayudarían a las aseguradoras a construir estas estadísticas. A priori, parece que no podrán acceder a esta información. La UE insta a que solo las autoridades puedan conocer esta información y a que los datos sobre edad y sexo de la persona, así como su nombre, sean anónimos.
A pesar de ello, una reciente sentencia en Alemania dicta que, al ser parte trascendental de los accidentes de tráfico, las aseguradoras sí pueden consultar la información recogida por las cajas negras obligatorias en los coches. “Según dicha sentencia –aclara el comparador de seguros de coche Acierto.com–, los asegurados están obligados a aportar todo lo que sirva para aclarar las causas de un siniestro, en virtud de su obligación de informar. Por tanto, el escenario en el que las aseguradoras accederán a la información (ello podría afectar a la prima) parece posible, aunque, probablemente, acabará dependiendo de cada caso particular”.
¿Qué pasará si las aseguradoras acceden a la información de la caja negra?
Si finalmente las aseguradoras pueden consultar la información de las cajas negras obligatorias, las personas que respondan al perfil estadístico no experimentarán ni encarecimiento ni abaratamiento de la prima del seguro y sí los que no respondan a lo que se espera de su perfil.
Tampoco parece importar en la práctica que no se registren los datos personales. En muchos casos, la aseguradora podrá deducir de quién se trata sin conocer datos como sexo o edad.
Y no es algo novedoso. Ya hay seguros en los que pagas por cómo conduces –Pay As You Drive–, populares en Reino Unido, Italia, Francia o Estados Unidos, dirigidos sobre todo a jóvenes. Estos miden los hábitos de conducción (a través de dispositivos instalados en el coche) y ajustan el precio a su prudencia al volante, frente a la mayoría de seguros que contemplan edad, experiencia y tipo de vehículo para fijar el precio.