
Aranceles en marcha: el peaje de exportar a EE.UU.
- La ACEA pide diálogo entre la Ue y EE.UU. para evitar una guerra comercial.
19 junio 2025
Los fabricantes de automóviles en España observan con gran preocupación los aranceles anunciados por la Administración Trump, ya que, aunque el impacto directo sobre las exportaciones españolas de vehículos a Estados Unidos es limitado, las repercusiones indirectas son importantes. De momento, la decisión final se retrasa hasta el 9 de julio, para dejar un margen a la negociación entre ambas partes.
España es el segundo mayor productor de turismos en Europa y el cuarto en componentes para el automóvil. Aunque sólo un 4,8% de las exportaciones españolas se dirigen directamente a EE.UU., la industria de componentes se ve afectada debido a su integración en cadenas de suministro que abastecen a fabricantes en Alemania y México, países que exportan vehículos al mercado estadounidense. Esto implica que los aranceles del 50% (según el último anuncio) sobre automóviles y piezas clave pueden tener consecuencias negativas para los proveedores españoles.
Pero, ¿qué razones tiene EE.UU. para imponer aranceles a los automóviles? Según la patronal de los fabricantes de coches en España, ANFAC, “esta decisión responde a una estrategia de política industrial que busca fortalecer el tejido productivo de Estados Unidos. Con estas medidas, la Administración Trump pretende incentivar la atracción de inversiones europeas y asiáticas hacia su territorio, especialmente en sectores estratégicos como es la automoción, para reducir su dependencia exterior y reforzar su industria”.
EE.UU. argumenta que los coches europeos (como los alemanes) entran a su país con bajos impuestos, mientras que los fabricantes americanos se enfrentan a más barreras para vender en Europa. Al encarecer los coches importados con aranceles, se incentiva a los consumidores estadounidenses a comprar coches fabricados dentro del país, lo que supuestamente protege empleos en su industria.
Consecuencias para España
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) por su parte ha expresado su profunda preocupación ante esta decisión, instando al diálogo entre la Unión Europea y Estados Unidos para evitar una guerra comercial perjudicial. Advierten de que los aranceles no sólo afectarán a los fabricantes europeos, sino también a la producción en EE.UU., donde muchas plantas europeas están establecidas.
España es un gran exportador de coches, sobre todo de marcas como Seat, Renault, Peugeot o incluso modelos de Mercedes y Volkswagen fabricados aquí. Si EE.UU. aplica aranceles altos a esos coches, serán más caros y menos competitivos en el mercado americano. Eso podría hacer que las marcas vendan menos allí. Ello podría derivar en “menos ventas = menos producción”, lo que podría afectar a fábricas españolas, poniendo en riesgo empleos o frenando nuevas inversiones.
La patronal española de los concesionarios, FACONAUTO, hace hincapié en que hay que trabajar activamente con las instituciones europeas para asegurar una respuesta coordinada que proteja el tejido productivo y distributivo del sector: “Hay que tener en cuenta el papel de los concesionarios, que son la cara visible de esta industria ante el consumidor y los primeros en detectar los efectos del mercado”.
El sector de los componentes
La Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO) alerta del fuerte impacto que esta medida arancelaria podría tener sobre la industria europea de fabricación de piezas y componentes: “Como industria global que somos, los proveedores de automoción presentes en España diseñan, fabrican y suministran componentes a más de 170 países, incluidos Estados Unidos y todos los que componen la UE”.
En el caso de que se impongan aranceles también a determinados componentes, la medida anunciada repercutirá de forma estructural en la cadena de suministro transatlántica. Por lo que se ha podido conocer hasta ahora, esta medida afectaría tanto a exportaciones directas desde España como a vehículos con componentes españoles integrados producidos en Alemania, Francia o México.
Concretamente, para España, en 2024, Estados Unidos fue el 8º socio comercial del sector de proveedores de automoción, con una cifra de facturación de 1.021 millones de euros. En el contexto global, suponen el 4% de la cifra total de las exportaciones. Aunque dicho porcentaje no es alto, sí es un mercado estratégico, con alto valor añadido y dependencias indirectas clave. La Unión Europea es el principal destino de las ventas españolas de la industria de proveedores, con un volumen de 16.655 millones de euros, representando más del 65% del total. Los principales socios comerciales dentro la Unión Europea fueron Alemania (3.950 millones de euros) y Francia (3.840 millones de euros).
¿Y el consumidor final?
De consolidarse esta situación, las consecuencias serán negativas. Por un lado, precios más altos: si la Unión Europea responde con aranceles propios (como represalia), podría encarecer los coches estadounidenses aquí (Ford o Tesla), lo que se traduciría en subidas de precios para el consumidor. Estas tensiones generan inestabilidad y frenan decisiones de compra de los consumidores, afectando a toda la cadena del sector automovilístico.
Desde SERNAUTO añaden que la imposición de aranceles genera pérdidas para todos los actores involucrados, afectando a la competitividad y al equilibrio del mercado. Medidas de proteccionismo en unas economías conllevan medidas similares en sus socios comerciales, lo cual trae consigo el encarecimiento de los productos afectados y perjudica a las industrias implicadas.
En este escenario, FACONAUTO ve importante valorar la puesta en marcha de medidas de estímulo a la demanda, que puedan actuar como amortiguador si finalmente se produce un encarecimiento del vehículo o un enfriamiento de la intención de compra.
En 2024, Estados Unidos importó aproximadamente 8,1 millones de vehículos, valorados en 248.800 millones de dólares. Los principales países exportadores de vehículos a EE. UU. fueron:
1. México: 2,5 millones de vehículos
2. Corea del Sur: 1,4 millones
3. Japón: 1,3 millones
4. Canadá: 1,1 millones
5. Alemania: 430.000 vehículos
6. Reino Unido: 90.000 vehículos
Estos seis países representaron el 96% de las importaciones de vehículos en términos de cantidad y el 94% en valor.
En el caso de España, en 2024 ocupó el octavo lugar entre los mayores exportadores de automóviles a nivel mundial, con ventas por valor de 38.900 millones de dólares, lo que representó el 4,1 % del total global.
Sin embargo, en cuanto a exportaciones de vehículos a Estados Unidos, nuestra participación fue significativamente menor. Durante 2024, las exportaciones españolas de vehículos al mercado estadounidense (tractores y remolques, principalmente) ascendieron a 103,99 millones de dólares, según la información de la base de datos COMTRADE de las Naciones Unidas.
Este dato indica que, aunque España es un actor relevante en la industria automotriz global, su presencia en el mercado estadounidense es limitada. Esto se debe en parte a que la mayoría de las exportaciones españolas de vehículos se dirigen a países europeos, como Alemania, Francia y el Reino Unido, que son sus principales socios comerciales en el sector.