Pero, ¿qué combustible pongo?
- Como norma general, es conveniente utilizar el aconsejado por el fabricante
15 junio 2022
Con el precio de la gasolina en cifras récord, no está de más entender qué combustible es el que echamos en nuestro vehículo, qué tipos de gasolina hay, si da igual utilizar gasolina de 95 o 98 y si se pueden mezclar ambas. Lo mismo en el caso del diésel. Y para qué sirven los aditivos que se mezclan con el carburante.
Vamos a conocer un poco la teoría. El petróleo contiene diferentes hidrocarburos, oxígeno, sulfuros orgánicos, compuestos de nitrógeno y pequeños restos de metales como el hierro, el níquel, el plomo o el sodio. Al extraerse, las refinerías separan los diferentes componentes mediante un proceso denominado destilación fraccionada. De la primera fracción se obtienen los disolventes. De la siguiente fracción se extraen las gasolinas. Posteriormente en el proceso se pueden obtener los diésel y el queroseno. Y por último los lubricantes.
El refinamiento del petróleo permite llegar a procesar la gasolina, mezcla de hidrocarburos, para obtener el producto definitivo para su comercialización mediante cuatro fases (fraccionamiento, craqueo, reformado catalítico y depuración).
En cuanto al combustible diésel, se obtiene de la destilación y la purificación del petróleo crudo, obteniendo tres tipos de gasóleo: A, el que utilizan la mayoría de vehículos. B, para maquinaria agrícola. Y C, para calefacciones.
Tipos de gasolina
En nuestro país, las diferentes cadenas de gasolineras reciben la gasolina a través de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que garantiza por ley unos estándares mínimos de calidad. Luego, cada compañía aplica sus propias formulaciones para mejorarla.
Tomando el precio como referente, encontramos tres tipos de gasolina: ‘low cost’, normal y premium. La ‘low cost’ cumple con los estándares mínimos, ofreciendo la calidad necesaria pero sin aplicar normalmente aditivos específicos. Gasolina normal, que sí añade aditivos para mejorar su rendimiento. Y gasolina premium, con aditivos y desarrollada para determinados motores de alto rendimiento.
Gasolina, ¿95 o 98?
La principal diferencia entre ambas gasolinas la marca el octanaje. Las fabricantes realizan minuciosas y numerosas pruebas, comprobando el rendimiento de cada motor en combinación con la eficiencia, sus emisiones y consumos. En el desarrollo de los propulsores comprueban si deben utilizar gasolina de 95 o de 98 octanos para alcanzar su mejor rendimiento. Se debe utilizar exactamente la que indique el fabricante en el manual del vehículo y en la tapa del depósito.
Diésel, ¿normal o plus?
En el gasoil la diferencia entre normal y el plus está marcada por la cantidad de cetano. Cuando mayor es su cantidad, menor es el tiempo entre la inyección del gasóleo y el comienzo de la combustión. El diésel plus es más eficaz especialmente cuando el motor arranca, estando frío. Además contiene menos azufre e incorpora aditivos con propiedades anticorrosión. Pero en cualquier caso, como con la gasolina, se debe utilizar siempre el gasóleo que indique el fabricante en el manual del vehículo y en la tapa del depósito. u
Fuente: Repsol/BP/Cepsa
Los aditivos, que pueden ser para el combustible o para el motor, son compuestos formulados con el fin de mejorar la calidad y la eficiencia del combustible o del aceite. Normalmente, las compañías de carburantes mezclan aditivos en sus combustibles para ofrecer un producto que permita una mayor protección y limpieza del sistema de alimentación, eliminando los depósitos ya existentes. Además de lograr un combustible más eficiente, limpiando los componentes del motor y reduciendo el consumo y las emisiones contaminantes al optimizar el proceso de combustión. También se busca mejorar el rendimiento de los motores y ayudar a su durabilidad.
Igualmente podemos encontrar aditivos en las gasolineras para que el conductor, cuando va a llenar el depósito, los eche directamente en el depósito, mezclándolos con el combustible. Son específicos y buscan amplificar las propiedades antes mencionadas: mejorar el rendimiento del motor, limpiar las impurezas en el sistema de alimentación y evitar que se adhieran sedimentos a la vez que reducir el consumo.
Gasolina
Cuando el fabricante indica utilizar gasolina 95, poner de 98 octanos no tendrá ningún beneficio para el motor. Lo mismo que utilizar de 95 en un motor adaptado para 98, aumentando los consumos y emisiones al verse alterados los parámetros prefijados de la centralita ECU. Mezclar ambas gasolinas no tiene consecuencias negativas si lo hacemos puntualmente, porque nos hayamos equivocado o estuviera agotada la que necesitamos en el punto de repostaje. Pero si se hace habitualmente acabaría perjudicando al funcionamiento del motor. Recargar alternativamente gasolina de 95 y 98 para limpiar el sistema de alimentación y la inyección, como habremos escuchado alguna vez, no tiene sentido. Hoy día, la gasolina de 95 disfruta de los mismos estándares de calidad que la de 98 octanos. Así que si se recomienda la de 95 no tiene ningún sentido utilizar la de 98. De esta forma reduciremos el consumo y limitaremos las emisiones de partículas contaminantes.
Diésel
A menos que el coche sea antiguo, según indica Repsol en su página, no hay ningún problema. La diferencia en la viscosidad que presenta el diésel normal favorece la lubricación de las diferentes piezas del motor, lo que mejora su durabilidad. Y, aunque el diésel premium ofrece una serie de propiedades positivas, hay que tener en cuenta las características reales del coche para que aporte algún beneficio.
El etiquetado de la gasolina viene regulado por normativa europea.
Por un lado, la denominación de la gasolina: E5 para la de 95 y E10 para la de 98. Así viene indicado en el manual de todos los coches en los últimos años. Y es la referencia que encontraremos en cualquier gasolinera de los países miembros, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega, Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía.
También, las nuevas etiquetas en los puntos de repostaje cuentan con una forma particular que identifica cada tipo de combustible.
Círculo: gasolina. Cuadrado: gasóleo. Rombo: gases.