Otro paso más hacia la visión 0
- La UE obliga cada dos años a instalar nuevos ADAS en los vehículos de reciente homologación.
20 junio 2024
Según estadísticas oficiales, el factor humano está detrás de más del 90% de los accidentes de tráfico, siendo la distracción uno de los más importantes. Ya existen varios sistemas de ayuda dedicados a paliar esos despistes del conductor, bien sea avisando para descansar o intentando mantener el coche dentro del carril si la persona que lleva el volante se duerme o se entretiene con otras cosas.
Ahora se da otro paso más, ya que los vehículos homologados a partir del 6 julio de 2024 o matriculados a partir del 6 de julio de 2026 deberán contar con dos nuevos ADAS: el sistema de frenado autónomo ante peatones o ciclistas (AEB-PCD) y el asistente de distracción del conductor (DDR-ADR).
No debemos confundir estos nuevos asistentes con otros ADAS que ya incorporan los coches, como son los sistemas de frenado ante una posible colisión con otro vehículo o las alertas por cansancio o fatiga del conductor. Tampoco con el “Sistema de Advertencia de Colisión” o su acrónimo FCW (Forward Collision Warning), ya que este solamente avisa, no interviene.
Los nuevos sistemas.
Desde julio, se exigirá que el asistente de frenado de emergencia autónomo (AEB) incluya también una función de detección de peatones y/o ciclistas. Y es que este sistema ya ha demostrado su eficacia rebajando o incluso evitando los daños propios y en otros vehículos gracias a sus sensores de radar y ultrasónicos. Eso sí, si existen condiciones climatológicas adversas o los sensores están sucios, puede que el sistema deje de funcionar. Aunque en ese caso informará de esta situación al conductor mediante un testigo o un mensaje en el cuadro de instrumentos.
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Y en el caso de la alerta por cansancio, se basaba principalmente en el tiempo que el conductor se pasaba al volante sin detenerse y sin apagar el motor. Ahora se exigirá el montaje de unos sensores y cámaras interiores que enfoquen hacia el conductor y que detecten el movimiento de sus ojos y le avisen si no está lo suficientemente atento a la conducción y a la carretera. Algunas marcas también están instalando ya sensores de presión en el volante que, si detectan que esta aminora, lanzan un aviso para que se reestablezca la firmeza al coger el volante y la atención en la conducción.
No hay que olvidar que, según varios estudios de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción (AMDA) un parque automovilístico renovado y dotado con sistemas ADAS evitaría el 40% de los siniestros viales y el 29% de las víctimas.
Una cámara y unos sensores con una frecuencia de 24 GHz son capaces de detectar peatones o ciclistas a una distancia de hasta 200 metros. Todos los datos pasan por un algoritmo en milésimas de segundos que calculará el riesgo que hay de impacto y el tiempo de actuación que se necesita para evitarlo. Si hay peligro, una señal luminosa en el cuadro avisará al conductor, si no reacciona, esta señal pasará a ser acústica. Si sigue sin reaccionar, el sistema activará el frenado autónomo de forma inmediata y con la potencia y fuerza que sea necesaria para evitar el atropello. Este es el AEB-PCD, es decir, el frenado de emergencia con detección de peatones y/o ciclistas.
El sistema funciona permanentemente desde que se arranca el vehículo, analizando la información enviada por la cámara y los sensores de radar instalados en el frontal. La cámara suele estar en la parte superior del parabrisas, tras el retrovisor interior; mientras que el radar va instalado tras el logotipo de la marca, en la parrilla o, en los menos, tras las tomas de aire frontal. También puede contar con láseres llamados LIDAR, colocados junto a las cámaras.
Además, en caso de tener que frenar de forma autónoma, analizará otros parámetros como la posición del acelerador y el ángulo de giro del volante, para detenerse en las mejores condiciones posibles y no aumentar el riesgo de daños.
Este asistente de conducción también se denomina “Asistente por Somnolencia”, porque si se cierran los ojos, el sistema también lo detecta y avisa al conductor.
El cansancio y la somnolencia provocan, entre otras cosas, picor de ojos, parpadeo continuo o visión borrosa y también distracciones. Para detectarlos se utilizan diversos elementos, como una cámara frontal (percibirá si se producen demasiados vaivenes), sensores de presión en el volante, etc. Pero, lo más importante es una cámara de reconocimiento facial situada en el habitáculo delante del conductor, normalmente cerca del centro del volante que registra los movimientos de la cabeza y los ojos del conductor, incluso el exceso de parpadeo, el desvío de la mirada o expresiones de cansancio como cerrar los ojos.
Más allá de la somnolencia, se entiende por distracción al conducir cualquier actividad que desvíe la atención de la persona que dirige el vehículo: usar el móvil, manejar en marcha el navegador o los sistemas de infoentretenimiento, comer o beber, hablar con otros pasajeros, etc. Todas estas distracciones nos hacen apartar la vista de la carretera varios segundos. Por ejemplo, circular a 90 km/h sólo 5 segundos sin mirar la carretera es como recorrer la distancia equivalente a la longitud de un campo de fútbol.
Si tras unas señales luminosas, el conductor no reacciona, llegarán unas acústicas. En caso de seguir sin retomar el control del vehículo, este se detendrá automáticamente. Algunos, incluso, podrán desviarse hacia un lado de la carretera y llamar automáticamente a los servicios de emergencia.