Unir vidas y no separarlas

octubre 2024

Desde 2018, cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial de la Carretera, una conmemoración que sirve para recordarnos la importancia que estas infraestructuras tienen en las sociedades actuales y homenajear a quienes las construyen y mantienen (ingenieros civiles, constructores, operadores, etc.). Se eligió esa fecha como recuerdo al primer Congreso Mundial de la Carretera que se celebró en París entre el 11 y el 18 de octubre de 1908.

Aunque a veces no reparemos en ello, muchos de nuestros recuerdos están vinculados a la carretera, a las rectas interminables de una o a las sinuosas curvas de otra. Ya sean unas vacaciones estivales, la visita a la familia que está lejos, unos viajes para conocer otros lugares o la llegada a una nueva ciudad, todas ellas son vivencias que comienzan en la carretera.

Nuestra vida está cruzada permanente por una carretera y lo que tenemos que evitar es que suceda lo contrario: que sea la carretera quien se cruce en nuestra vida. Eso es lo que, tristemente, ocurrió a las 1.806 personas que fallecieron en España en 2023 víctimas de los siniestros viales; a las más de 20.000 que, ese mismo año, perdieron la vida en las carreteras europeas y a los 1,19 millones de víctimas mortales de accidentes de tráfico que cada año se registran en todo el mundo (según la Organización Mundial de la Salud). No olvidemos que detrás de estos fríos datos siempre hay seres humanos, dramas familiares y, sobre todo, ausencias. Son unas cifras que entre todos debemos tratar de rebajar porque las carreteras, garantía de movilidad, se diseñan para unir vidas y no para separarlas.