Francia reduce la velocidad en carretera
- En la actualidad, Francia es el país europeo con el mayor número absoluto de fallecidos en accidente de tráfico, superando a Alemania e Italia
19 enero 2018
El gobierno francés ha aprobado una serie de medidas contra los accidentes de tráfico, que no ha parado de crecer desde 2014 y que ha alcanzado 3.477 fallecidos en 2016.
Edouard Philippe, el primer ministro galo, ha sido el encargado de anunciar un paquete de 18 medidas definidas entre los distintos ministerios y donde la más polémica es la reducción de 90 a 80 km/h de la velocidad máxima en carreteras con doble sentido de circulación no separadas por una barrera física. La iniciativa entrará en vigor desde el próximo 1 de julio y afectará a unos 400.000 kilómetros de vías, en los que durante 2016 se registraron el 55% de los accidentes mortales en carretera (1.911 fallecidos). Se espera que esa reducción de la velocidad ahorre entre "350 y 400 vidas" al año, según el gobierno. "Si los resultados no están a la altura de nuestras expectativas el 1 de julio de 2020, asumiremos nuestras responsabilidades", afirmó. Philippe. Asimismo, se ha comprometido a que la totalidad de los ingresos extras recaudados por el Estado con esta medida -en el país hay casi 4.000 radares- se destinará a un fondo para ayudar a las víctimas de estos siniestros.
El primer ministro francés también ha anunciado que, para luchar los efectos del alcohol, todos aquellos conductores que pierdan dos veces su permiso de conducir por esta causa, solo podrán recuperarlo instalando un etilómetro que impida arrancar el coche si han bebido. Y tendrán que someterse a un seguimiento médico. Asimismo, todos aquellos conductores que den positivo a drogas o tengan una tasa de alcohol por encima de los 0,8 gramos del alcohol por litro de aire espirado se le confiscará su vehículo "inmediatamente" durante un período de siete días.
Con respecto al uso del teléfono mientras se conduce, las fuerzas de seguridad ahora podrán retirar una licencia de conducir si se comete una infracción mientras se usa el teléfono, aunque sea algo tan simple como olvidar poner el intermitente para hacer un giro.