Coches más viejos, mayor riesgo de mortalidad
- En todas las circunstancias, los accidentes en coche entre 15 y 25 años son más lesivos para los ocupantes que los nuevos. Uno de cada cinco coches tiene más de 15 años.
20 noviembre 2013
Race y Bosh han realizado un estudio para analizar la mortalidad en las carreteras en función de la antigüedad del vehículo, basado en los acccidentes ocurridos en los últimos años. Y las conclusiones son contundentes: los vehículos con una antigüedad entre 15 y 25 años presentan los ratios más altos de mortalidad en caso de accidente y en todas las circunstancias analizadas. Tanto si el accidente se analiza en función del tipo de vía, como si se analiza por los factores climatológicos, diferentes tipos de accidentes o según los días de la semana, siempre es decisiva la antigüedad del coche.
El dato en muy importante teniendo en cuenta el envejecimiento del parque en nuestro país, en el que hemos pasado de unas ventas de más de 1.700.000 vehículos al año a poco más de 800.000, lo que supone que, actualmente, alrededor de 1 de cada 5 vehículos tiene más de 15 años y casi la mitad tienen más de 10.
También se ha analizado en el estudido la evolución de la seguridad de los vehículos, que recoge las conclusiones de las pruebas de impacto y su evolución en los últimos 20 años. Los resultados demuestran "cómo el conductor de un utilitario moderno sufre en un accidente heridas de consideración, pero sin temer por su vida", mientras que en un coche más antiguo el conductor sufría lesiones "que ponían su vida seriamente en peligro".
En el estudio se aprovecha para recordar las enormes ventajes del equipamiento de seguridad de los coches: desde el ESP, que puede reducir un 22% los accidentes por salida de la vía y un 32% si las condiciones climatológicas son adversas; los airbags, que pueden rebajar las lesiones en un 20% y puede reducir el riesgo de daños en los ocupantes ubicados en las plazas delanteras en más de 4.000 siniestros; el cinturón, que utilizado por todos podría salvar al año unas 115 vidas; o el reposacabezas, que "si todos los usuarios se lo colocaran correctamente, podría haber evitado lesiones en cuello y zona cervical en 236 personas".