La mitad de los españoles prohibiría fumar en el coche
- A 120 km/h, encender un cigarrillo supone recorrer 132 metros distraido
29 mayo 2017
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, promovido por la Organización Mundial de la Salud, este año bajo el lema "El tabaco es una amenaza para todos". El objetivo es poner de relieve los riesgos para la salud asociados con el tabaquismo y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. Y es que el consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, una cifra que, según las previsiones, aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.
En este sentido, una encuesta realizada recientemente por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, hecha pública con motivo de la XIX Semana Sin Humo, puso de manifiesto que más de la mitad de los españoles (51,6%) sería favorable a prohibir el consumo de tabaco en los vehículos privados al menos en presencia de menores –como ya ocurre en países como Reino Unido, Francia, Australia o Sudáfrica–, mientras que otro 38% cree que se debe avanzar en la prohibición del tabaco.
Peligrosa distracción
Durante la conducción, fumar se convierte en una distracción peligrosa. Se ha calculado que encender un cigarrillo hace que retiremos nuestra atención de la carretera durante 4 segundos, lo que significa que, circulando a 120 km/h, retiramos la vista de la carretera durante al menos 132 metros.
Encender un cigarrillo en el vehículo puede provocar que al conductor le caiga una chispa –a él o sobre los asientos–, provocando una reacción de alarma que, alejando su atención de la conducción, ocasione un accidente.
Además, el 3% de los incendios forestales –21.000 en los últimos diez años– tienen su origen último en colillas de cigarrillos abandonadas o arrojadas desde alguno de los millones de vehículos que circulan en esta época del año. Pese al descenso del número de fumadores y a la concienciación de la población sobre los incendios, aún sigue siendo uno de los graves peligros para bosques y campos. Hasta el punto en que esta conducta (arrojar objetos desde los coches en marcha, incluidas colillas de cigarrillos) está castigada con multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir.