#EllasConducen y muy bien

A pesar de que los estereotipos de género que todavía funcionan a la hora de conducir, los datos demuestran que son falsos. María José Aparicio, subdirectora adjunta de Formación de la DGT, aclaró durante la presentación de la campaña #EllasConducen que el coche “ya no es un mundo masculino”,  sino que cada vez hay más igualdad entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en 2018, había 11,4 millones de mujeres con permiso de conducir frente a los de los 15,4 millones de hombres. La igualdad entre los dos géneros es aún mayor cuanto más jóvenes son los conductores (52% hombres, 48% mujeres). La distancia sí es muy significativa en los carnets profesionales (licencias C1, C, D1, D y E): 11.173 mujeres frente a los 60.702 hombres.

Aparicio aseguró que los diferentes estudios demuestran que las mujeres tienen menos accidentes, son menos graves y, además, son más respetuosas a la hora de cumplir las normas de tráfico, especialmente las relativas a velocidad y consumo de drogas y alcohol (así consta en el estudio “Mujeres conductoras en España”, presentado en 2017 por el INSIA y la Cátedra Barreiros de la Universidad Politécnica de Madrid).

Por ejemplo, según los datos de la DGT, en 2017 se registraron 102.233 accidentes de tráfico, que provocaron 140.992 víctimas: el 64% fueron hombres y el 36%, mujeres. Si hablamos de conductores fallecidos ese mismo año, solo el 10,8% eran mujeres.

De acuerdo a la memoria del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, en 2017, entre los fallecidos que dieron positivo alcohol, drogas o psicofármacos, la proporción fue de una mujer por cada once hombres.

Por todo ello, “ya es hora de acabar con los estereotipos, también cuando las mujeres son ocupantes del vehículo, no solo conductoras”, terminó María José Aparicio.

Con solo 3 años se subió a su primera moto. Ahora, con 22, es la primera mujer que ha ganado un campeonato mundial de motociclismo. En la actualidad, compagina el deporte de las motos, con sus estudios de Derecho. Este año, con el equipo Kawasaki, aspira a revalidar el título que consiguió el año pasado. Ahora mismo va segunda, pero luchará hasta la última carrera por alcanzar el primer puesto. Su club de fans son las Pink Warriors y es la embajadora de la campaña #EllasConducen.

- ¿Dónde has encontrado más barreras por ser mujer, en los circuitos o en la calle?

- Mi hábitat es un poco más el circuito. Si tuviera que destacar algo, qué es lo que ha sido más difícil dentro de mi carrera deportiva, siempre ha sido el encontrar gente que confiara en que podía ganar. Por esa razón, muchas veces he tenido falta de apoyo, falta de medios, de tener material competitivo para poder ganar. Siempre he tenido que demostrar algo antes de tener las cosas. Desde que empecé con tres años hasta ahora, mi vida se ha desarrollado en el circuito y con el mismo objetivo. Sí que es verdad que cada piloto tiene sus dificultades, pero si yo tuviera que destacar algo de mi carrera ha sido esto: encontrar gente que me diera la oportunidad de tener los medios para poder demostrarlo.

- ¿Qué les dirías a las niñas para que ellas se visualicen como piloto de motos y puedan seguir tus pasos?

- Para dedicarte a un deporte como este, te tiene que gustar, tienes que llevarlo en la sangre. Si no, es muy difícil porque lleva mucho sacrificio, es un deporte de riesgo y al final es poner tu vida en juego y la pones por algo que al final te llena. Aparte de las niñas que ahora empiezan y que me ven a mí como un referente, lo que les diría es que si yo lo he podido hacer, ellas también lo pueden conseguir. Al final, el deporte es trabajo e intentar confiar mucho en ti y creer mucho en ti, en lo que puedes conseguir y trabajar para llegar. Y esto se puede traspasar a cualquier ámbito de la vida, el no ponerte límites tú mismo. Si crees en algo y trabajas para conseguirlo, al final llega. El límite no existe. Cada uno nos ponemos el límite. Si piensas que no tienes, al final está claro que solo con pensarlo no lo vas a conseguir, hay que pensarlo, trabajar, aprovechar las oportunidades e intentar ser mejor cada día. Pero creo que si miras lejos y tu sueño es grande, al final consigues cosas grandes.

- ¿Te fue más difícil entrar en el mundo de las motos de competición que a tus compañeros chicos?

- No, porque la competición es el final. Siempre se empieza un poco como hobby en este deporte y empecé con mi familia. Mi padre me llevaba a las carreras y hasta los 14 o 15 años fue más un hobby que otra cosa. A partir de los 14, me dieron la oportunidad de dar el salto al Campeonato de España, el campeonato de más nivel antes del Mundial y ahí sí me planteé el hecho de que esto había dejado de ser un hobby y podia llegar a ser profesional. En nuestro deporte, al final se mide todo por resultados. Si eres piloto, tienes buenos resultados, tienes muchas oportunidades, sino, no. En mi caso, siempre he tenido buenos resultados, he podido ganar campeonatos prácticamente todos los años, entonces, eso te abre más la puerta.

- ¿Tu siguiente meta?

- El objetivo, ahora estamos a final de temporada e intentaré revalidar el título. A día de hoy es el objetivo primordial. Estamos segundos en la clasificación y es factible hasta que se diga lo contrario. Estamos un poco lejos en puntos con el líder porque he tenido dos caídas durante la temporada, pero quedan tres carreras y yo voy a intentar dar lo mejor de mí para intentar mantener las opciones hasta la última carrera y ya veremos qué pasa.

- ¿Y para el futuro?

- Depende un poco de los resultados. Ahora mismo estoy en el Mundial de SuperBikes, en un equipo y una fábrica como Kawasaki trabajando conmigo. Ser piloto oficial de una fábrica al final es casi todo lo que se puede pedir en este deporte y sí que dar el salto a la siguiente categoría, depende de los resultados y también un poco de lo que marca busque, de sus intereses como marca. A día de hoy, intentar ganar este año y el año que viene ya veremos.