No deje a un niño en el interior de un vehículo bajo el sol
- La formación y la concienciación de los responsables de los niños, de su supervisión y control, son la clave para reducir este grave riesgo
18 julio 2019
En los últimos años, según un estudio europeo, han fallecido dos niños abandonados en el interior del coche por golpes de calor en España. En Europa han muerto por esta causa 26 menores. Francia, Italia y Bélgica son los países que más casos presentan. Los golpes de calor se producen entre las primeras 24 y 48 horas de una ola de calor, debido a que no se produce un mecanismo progresivo de aclimatación.
En el interior de un vehículo, los tiempos en el incremento de la temperatura son muy cortos y peligrosos, especialmente para los menores. En Europa, desde el año 2006 se han comunicado más de 93 casos, con 26 niños fallecidos. En el 81% de los 93 casos analizados, los padres alegaron que no se percataron, mientras que el 11% afirmaron que lo hicieron conscientemente.
En cuanto a la edad de los niños fallecidos por causa del calor en el vehículo en Europa, el porcentaje de menos de 2 años supone el 65% del total. Este grupo de edad son los más vulnerables, como hemos explicado anteriormente, debido a la inmadurez de su sistema de regulación térmico y la falta de autonomía para evitar esta situación de estrés térmico.
Efectos de la temperatura interior del vehículo en los niños
Tomando como referencia una temperatura exterior (de ambiente) de entre 27 y 29 grados, la prueba de análisis en la que ha participado el RACE, se ha centrado en el cálculo de la temperatura interior del vehículo en tres situaciones diferentes: un vehículo totalmente cerrado, con una ventanilla abierta solo 5 centímetros y con dos ventanillas abiertas 5 centímetros (para generar corriente de aire).
Los resultados muestran cómo, mientras la temperatura ambiente exterior permanece prácticamente constante, las mediciones en el interior del vehículo, independientemente de las tres situaciones de medición planteadas, aumenta en más de 10°, en solo 10 minutos. La temperatura sigue incrementándose y, dentro de un vehículo cerrado a los 30 minutos, el mercurio marca el doble que en el exterior. Al cabo de casi 2 horas la temperatura en el interior del vehículo es por encima de los 60°.
Como se observa en el gráfico, la situación con una ventana abierta reduce las temperaturas frente a un coche cerrado entre 5 grados (a los 80 minutos) y los 10 grados (110 minutos) pero con temperaturas extremas que llegan a alcanzar unos máximos de 54°. Cuando las mediciones se llevan a cabo con dos ventanillas abiertas los valores fluctúan debido a corrientes que se producen por las variaciones térmicas, pero se siguen manteniendo altas temperaturas que superan los 50° dentro del vehículo (53 grados a los 60 minutos).
En cualquiera de las tres situaciones analizadas, las condiciones son muy extremas y suponen llevar a los ocupantes a episodios de estrés térmico, que es especialmente peligroso en el caso de niños y de lactantes por las condiciones de regulación térmica de sus cuerpos. Como se ve en la gráfica anterior, las temperaturas se elevan rápidamente superando los 40 °C en apenas 15 minutos. Si a estas condiciones le añadimos la falta de autonomía de los bebes para poder aliviar el problema, nos encontramos en una situación de consecuencias fatales.
Los fabricantes de sillas infantiles han desarrollado un tipo de tecnología capaz de alertar de la presencia de un bebé en el vehículo. Los modelos de detección y presencia del niño, tanto los incorporados en nuevos modelos de sillas como los de reinstalación en modelos anteriores, permiten conocer la información sobre nuestro bebé a bordo del vehículo, como por ejemplo si el niño se ha desabrochado los arneses, la temperatura o el tiempo que llevan sentados en el SRI.
Algo que se debe tener en cuenta en los sistemas que se compran para su instalación posterior en las sillas infantiles que ya se poseen es si pueden influir sobre las homologaciones. En caso de duda, consulta al fabricante. Los modelos que se instalan en una silla que ya poseemos (de reinstalación) se deslizan por debajo de la cubierta del SRI y, en teoría, se pueden utilizar con cualquier SRI. Existen también otros modelos que se instalan en el acolchado del hombro del arnés integral y, por tanto, solo se pueden utilizar en las sillas con sus propios arneses.
Todos los dispositivos, tanto los nuevos como los de reinstalación, se conectan a un teléfono móvil por Bluethooth, y solo funcionarán si se instala la aplicación específica del sistema. Una vez operativo, el dispositivo emitirá un aviso al teléfono móvil si el conductor se aleja del alcance de la señal de Bluetooth (entre 10 y 20 metros). Y en el caso que el adulto no actúe, desde la aplicación envía una señal a los contactos predefinidos como emergencia.
Dentro de las opciones que ofrecen estos sistemas, existen otros modos de funcionamiento autónomo que lanzan un zumbido en cuanto el vehículo se queda sin corriente, avisando al conductor sin esperar a que se aleje (entendiendo que si el coche está parado, y el niño en la silla, ya se debe alertar del riesgo por calor); otra opción de alerta se produce cuando se apaga el motor, donde un zumbador integrado emitirá un aviso cada vez que se apague el encendido del vehículo y detecte que el niño sigue estando en el SRI.
Desde el 1 de julio de 2019 en Italia se ha incorporado una nueva normativa que aspira a concienciar sobre el problema de dejar a los menores desatendidos en un vehículo aparcado, especialmente cuando este está expuesto al sol. A partir de esta fecha, todos los vehículos, o todos los SRI (según sistema incorporado) deben estar equipados con un sistema de alarma que se active si el conductor se aleja del vehículo y deja al niño (de menos de 4 años) dentro del coche. En el caso de Italia, este requisito se aplica a ciudadanos italianos y a conductores de vehículos matriculados en Italia (p.ej. los coches de alquiler) por lo tanto, los turistas que viajen a este destino y alquilen un vehículo deberán tener en cuenta esta nueva normativa.
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Controla la temperatura que hay en el interior del vehículo y utiliza el climatizador para que las temperaturas sean confortables (en el entorno a los 22 – 23 grados).
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Antes de salir del vehículo revisa siempre el habitáculo delantero y trasero con el fin de no olvidarte a ningún ocupante.
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Enseña a los niños que el vehículo no es un lugar de juego, con el fin de evitar que se queden encerrados accidentalmente.
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Avisa a los cuidadores infantiles o a responsables de la guardería o colegio que te llamen si no han visto al niño a la hora de entrada y no hay un aviso previo.
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Cuando viajes con un niño, céntrate en su seguridad. Evita distracciones atendiendo las llamadas al móvil o cuestiones que te puedan hacer olvidar que viajas con él.
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En situaciones de calor extremo ofrece al niño agua antes de que te la pida.
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En caso de encontrar a un niño desatendido dentro de un vehículo, llamar urgentemente al 112 y sacar al niño del vehículo de manera segura.
Cuando sufrimos un golpe de calor, lo que nos ocurre es que nuestra capacidad natural para mantener la temperatura normal se ve desbordada. Es como si nuestro “termostato interior se averiase”. En esta situación de hipertermia, que puede superar los 42 grados, el cuerpo humano puede sufrir síntomas neurológicos con convulsiones, coma e incluso la muerte.
En caso de encontrarnos a un niño en una situación semejante dentro de un vehículo al sol lo primero que debemos hacer es avisar al servicio de emergencias y seguir las instrucciones que nos den. Es importante sacarlo inmediatamente e intentar bajarle la temperatura:
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Le colocaremos en un lugar fresco y le quitaremos la ropa.
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Si podemos le aplicaremos compresas frescas.
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Podemos rociarle el cuerpo con agua y abanicarle para provocar la evaporación.
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En caso de que esté consciente darle agua.
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Trasladar al niño a un centro sanitario para continuar con el tratamiento.