Un 5% más de averías en carretera este verano
- El mal mantenimiento general del vehículo es una de las principales causas de avería. Por eso se recomienda ser especialmente puntuales a la hora de realizar las revisiones periódicas.
02 agosto 2019 Fecha de última actualización: 02 agosto 2019
Este verano, el RACE (Real Automóvil Club de España) prevé un incremento de un 5% en el número de asistencias respecto al verano de 2018, en el que se realizaron más de 82.000 asistencias en carretera. Entre las principales causas de estas averías, desde el club destacan dos: el mal mantenimiento y la antigüedad del parque automovilístico, con una media de más de 12 años.
Además, el RACE ha destacado que, para no pasar por el mal trago de una avería mecánica durante los desplazamientos por carretera de estas vacaciones de verano, hay que "asegurarse del buen estado del coche antes de realizar un desplazamiento largo por carretera". Averías evitables "con un buen mantenimiento del vehículo, una revisión previa y un poco de precaución", según explica desde el club de automovilistas.
Mal mantenimiento
La principal causa de avería es el mal mantenimiento general del vehículo. El RACE destaca asimismo la falta de inversión en infraestructuras y el mal estado de algunas carreteras, que provocan, también, que se acorte la vida útil de muchos de los componentes mecánicos del coche.
En la línea con lo ocurido en años anteriores, el RACE prevé que las baterías vuelvan a ocupar el primer puesto en cuanto a necesidades de asistencia, por delante de los problemas con los neumáticos, los poblemas derivados del motor y los accidentes de tráfico. Además, se espera un agosto con calor, algo que ha incrementa la necesidad de ayuda en carretera. De hecho, en las dos anteriores olas de calor de este verano –durante el mes de junio–, el RACE ha detectado un incremento de las necesidades de asistencia "superiores al 15% por encima de las previsiones".
Según MAPFRE, durante los meses de verano los servicios de asistencia en carretera se disparan al aumentar los desplazamientos, ya sea por accidente o por avería. De hecho el 45% de las asistencias por accidente se concentra entre junio y septiembre, y en la época estival se demanda también el 35% de las asistencias en carretera como consecuencia de una avería en el vehículo.
Más de la mitad (53%) de los partes que los clientes dan a su aseguradora de automóviles en verano son debidos a averías relacionadas con la batería del coche (que está descargada o hay que cambiarla), según datos extraídos de la cartera de clientes de MAPFRE (cerca de 6.000.000 de vehículos asegurados en España).
Además destaca que, del total de las averías que se producen durante en verano, el 26% son causadas por percances en el motor o fallos en la instalación eléctrica del vehículo (8,4%). Las averías en los sistemas de transmisión y de alimentación suponen el 3,8% y el 2,9%, respectivamente, del total de los siniestros, y los pinchazos y reventones o robos representan solo el 2,3% del total de llamadas al seguro.
Los días que coinciden con operaciones salida y retorno aumentan los percances en los vehículos, derivados básicamente del incremento del número de desplazamientos y del aumento de las distancias que se recorren. Por eso, desde la aseguradora insisten en la necesidad de la prevención: una adecuada revisión y preparación del vehículo, en especial antes de que realizar un desplazamiento largo, podría reducir de forma considerable el número de incidentes.
Salir de viaje sin revisar el coche provoca averías en 1,7 millones de vehículos cada año. Una comprobación completa de estos 7 puntos clave puede ahorrarle algún que otro apuro durante sus desplazamientos vacacionales:
- Neumáticos. Compruebe su estado (incluida rueda de repuesto y kit repara-pinchazos), dibujo (debe tener 1,6 mm de profundidad, aunque los expertos aconsejan cambiar antes: 2,5 mm), flancos y huella sin cortes ni desgaste irregular y verificar la presión (en frío). Y tenga en cuenta la carga.
- Nivel de líquidos. Refrigerante, líquido de frenos y dirección, del limpiaparabrisas, aceite del motor... Para comprobar el nivel, los vasos de expansión marcan el máximo y mínimo. ¡Con el motor parado, en frío y sobre en plano!
- Batería. En mal estado impedir arrancar el viaje. Compruebe los bornes (bien ajustados y sin óxido), que el nivel del líquido sea el adecuado (rellene cada celda) y que no hay fugas.
- Suspensiones. Mantienen el contacto de ruedas y asfalto. Al final de su vida útil (75.000 km), aumentarán los movimientos en curva, el coche abrirá más su trayectoria al salir de virajes, será más sensible al viento, cabeceará al frenar, alargará la distancia y estabilidad en frenadas y en caso de lluvia.
- Luces. Esencial para ver y ser vistos. Todas (alumbrado, intermitentes…) deben funcionar, estar regulados en altura –tenga en cuenta la carga– y limpias, para que la luz se proyecte bien.
- Frenos. Dependiendo del uso del coche, peso y tipo de pastillas y conducción, a partir de 25.000 km. habrá que sustituir las pastillas, sobre todo las delanteras. Haga comprobar los discos.
- Climatizador. Una temperatura inadecuada (la ideal, de 22 a 24ºC) aumenta la fatiga del conductor y su tiempo de reacción. Haga comprobar la carga del gas, posibles averías y revisar y cambiar el filtro del habitáculo.