El proyecto de ley de Cambio Climático llega a las Cortes
- Todos los vehículos nuevos estarán libres de emisiones contaminantes en 2040
20 mayo 2020
Según el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (PLCCTE), que se presentó ayer en las Cortes y que aún debe ser aprobada, el gobierno se compromete a hacer que el sistema eléctrico de España sea 100% renovable como muy tarde en 2050, prohibir todos los nuevos proyectos de extracción de carbón, petróleo y gas con efecto inmediato, poner fin a los combustibles fósiles directos subsidios y hacer que todos los vehículos nuevos estén libres de emisiones para 2040.
Para alcanzar su objetivo de 2050, el gobierno ha propuesto objetivos provisionales a través de sus planes nacionales de energía y clima para 2030.
Para 2030, las emisiones del conjunto de la economía deberán reducirse al menos un 20%, respecto al año 1990. Se trata de un objetivo coherente con el aumento de ambición que se ha fijado la Comisión Europea: una reducción en 2030 de entre el 50% y el 55% de las emisiones respecto a los niveles de 1990.
Para hacerlo, las fuentes de energía limpia deberán constituir al menos el 70%, esforzándose por el 74%, de la combinación de electricidad en los próximos 10 años y las medidas de eficiencia deberán reducir el consumo de energía en al menos un 35%, principalmente a través de la renovación de edificios y viviendas.
Hacia una movilidad sostenible
En el sector de la movilidad y el transporte , el proyecto plantea un marco de descarbonización progresiva que favorece la adaptación industrial y tecnológica, y abre nuevas oportunidades de negocio.
En este sentido, el conjunto de las Administraciones Públicas –Administración General del Estado, comunidades autónomas y entidades locales– podrán en marcha medidas que posibiliten en 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2.
Para ello, de acuerdo con la normativa europea, adoptarán medidas necesarias para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0gCO2/km. A tal efecto, previa consulta con el sector, se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, incluyendo apoyo a la I+D+i.
El papel de las ciudades
Asimismo, el PLCCTE subraya el papel de las ciudades en la consecución de los objetivos de Clima, favoreciendo con ello la creación de espacios más habitables y saludables, con una calidad del aire mejorada. En este sentido, establece que los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares introducirán, en la planificación de ordenación urbana, medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad, incluyendo la implantación de zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023; acciones para facilitar los desplazamientos a pie, en bicicleta u otros medios de transporte activo; y la mejora y fomento del uso de la red de transporte público. También se deberá impulsar la movilidad eléctrica compartida y el uso de medios de transporte eléctricos privados.
El proyecto concreta que cualquier medida que suponga una regresión de las zonas de bajas emisiones ya existentes deberá contar con el informe previo del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) y del órgano autonómico competente en materia de protección del medio ambiente. De igual modo, indica que las comunidades autónomas insulares, considerando su vulnerabilidad frente al cambio climático, podrán instar al Estado el establecimiento de medidas de promoción de movilidad limpia, consistentes en restricciones en su ámbito territorial de la circulación de turismos y furgonetas, de acuerdo con la normativa comunitaria.
El PLCCTE programa, con la suficiente antelación, la instalación progresiva de puntos en las estaciones de servicio con mayor volumen de venta, que representan en la actualidad el 10% de la red. Por otro lado, con el fin de conseguir un transporte más limpio en las ciudades, el Código Técnico de la Edificación (CTE), articulará la instalación de sistemas de recarga en edificios de nueva construcción, en intervenciones en edificios existentes y en los edificios de uso distinto al residencial privado que cuenten con una zona de uso aparcamiento con más de veinte plazas. En este último caso, el proyecto dispone que deberán cumplir con lo que disponga el CTE antes del 1 de enero de 2025.
Además, el Gobierno habilitará un Punto de Acceso Nacional de información sobre puntos de recarga en tiempo real.
Pese a los esfuerzos realizados para minimizar el impacto del COVID-19, Teresa Ribera, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha recordado que la envergadura de la crisis socio-económica derivada de la pandemia nos obliga hoy a un esfuerzo de reconstrucción histórico. Por ello, la vicepresidenta ha remarcado la necesidad de un “Plan Europeo de Reconstrucción valiente y ambicioso, a la altura del reto que enfrentamos” y que tenga como palancas una recuperación verde y una transición justa.
El Gobierno de España ha propuesto la creación de un Fondo de Recuperación de entre 1 y 1,5 billones de euros financiado con deuda perpetua de la UE para reactivar la economía europea. Un fondo, ha apuntado Ribera, que debe financiar prioritariamente inversiones que contribuyan a la transición ecológica y digital, en línea con la declaración del Consejo Europeo de 26 de marzo. “No podemos caer en los mismos errores cometidos en el pasado, cuando privilegiamos atajos cortoplacistas basados en la economía fósil para afrontar la crisis económica”, ha explicado.
Ribera ha recordado el compromiso de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, para que el “Green Deal” será la palanca del Plan de Recuperación. Desde la CE ya se está trabajando por priorizar los esfuerzos en aquellos sectores que puedan generar más empleo y crecimiento sostenible: la economía circular, las energías renovables, la eficiencia energética, la rehabilitación de edificios o la resiliencia al cambio climático.
También la digitalización, la electrificación del transporte, la apuesta por una reindustrialización inteligente, baja en carbono y sostenible y la necesidad de la adaptación rápida de nuestras ciudades para facilitar el transporte público y no motorizado son algunas de las claves de ese Pacto Verde que “creemos imprescindible por su capacidad para generar empleo y crecimiento sostenible”.