Peatones, ciclistas y motoristas, los más vulnerables
- Ya en 2019 supusieron más del total de víctimas mortales en carretera
05 abril 2022
La siniestralidad vial en España ha variado en la última década: se han registrado más accidentes, pero el cómputo final arroja menos víctimas mortales y estas son, cada vez más, “usuarios vulnerables” como motociclistas, ciclistas o peatones. Así se concluye del análisis impulsado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación Gaspar Casal que ha llevado a cabo el Grupo de Trabajo en Economía de la Salud de la Universidad de Murcia.
Un análisis detallado de la mortalidad en accidente de tráfico permite concluir que tres de cada cuatro muertes se produjeron en vías interurbanas, si bien la proporción de víctimas en vías urbanas no ha dejado de aumentar desde 2008. El crecimiento acumulado de los accidentes en vías urbanas entre 2008 y 2019 es del 35,3%.
También se ha reducido el peso de los fallecidos en turismos (del 48% al 37%) y se ha registrado el citado incremento de peatones y motoristas en la cifra total de víctimas mortales (que pasaron de un 16% en ambos casos a un 22% y un 24%, respectivamente).
Víctimas mortales por comunidades autónomas por cada 100.000 habitantes.
Fuente: Estudio Siniestralidad Vial en España. Impacto Socioeconómico y Sanitario. 2008-2019.
Autores: Fundación Mutua Madrileña, Fundación Gaspar Casal y Universidad de Murcia.
En 2019, por primera vez en la historia, los “usuarios vulnerables” supusieron más de la mitad del total de víctimas mortales. Destaca la adversa evolución de los fallecidos en motocicleta desde 2014, con un incremento relativo del 45,3% hasta 2019. De forma que este medio de desplazamiento es el que más ha visto crecer su participación porcentual en el total de fallecidos y heridos hospitalizados, aumentando 10 puntos desde el 2010 y situándose en el 30% del total en 2019, año en el que una de cada cuatro víctimas mortales fue un motorista.
Magnitudes totales
Entre 2008 y 2019 se registraron en España 1.113.963 accidentes de tráfico con víctimas, un 40,5% de los cuales tuvo lugar en vías interurbanas y el 59,5% restante en vías urbanas. El número de accidentes se redujo entre 2008 y 2012, experimentó un repunte hasta 2014 y, tras un momentáneo descenso en 2015, volvió a aumentar en 2016, para mantenerse más o menos estable hasta el final del periodo. A diferencia de lo observado en el caso del número de siniestros, el número total de fallecidos en accidente de tráfico disminuyó en el periodo un 43%, si bien la totalidad de esta reducción se concentró entre 2008 y 2013.
En cuanto a su impacto socioeconómico, los investigadores calculan que en España se han perdido 875.000 años de vida potenciales como consecuencia de los accidentes de tráfico mortales (1,6 años por cada 1.000 habitantes). La mitad de esta cifra se concentra en los residentes de Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, y mayoritariamente en varones.
Además de la pérdida de vidas humanas y del dolor e impacto psicológico y emocional que estos fallecimientos han provocado en las familias y allegados, el análisis ha intentado cuantificar los costes sociales de la siniestralidad vial en el periodo analizado (2008-2019) obteniendo una cifra agregada de 66.483 millones de euros, lo que representa el 0,5% del PIB.