Conductores mayores: más seguros, más frágiles
- "Dejar de conducir puede ser traumático, la movilidad es fundamental en nuestras vidas", Jesús Monclús (Fundación MAPFRE)
10 julio 2024
¿A qué edad se debe dejar de conducir y cuáles son las señales para hacerlo? Y, ¿qué supone esta decisión para las personas mayores? Fundación MAPFRE ha presentado el estudio 'El proceso de cese de la conducción en personas mayores', elaborado en colaboración con el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), en el que da respuesta a estas preguntas analizando la seguridad de los conductores de más de 65 años, la influencia de los distintos tipos de deterioro cognitivo asociados a la edad en la conducción y los motivos que influyen en la decisión de dejar de conducir.
"Dejar de conducir es un proceso por el que todos vamos a pasar durante nuestra vida", explica Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE. "Y este proceso puede ser problemático, incluso traumático, especialmente cuando no hay alternativas de transporte público, ya que la movilidad es fundamental en nuestras vidas", añade.
Menos siniestros, más vulnerables
La investigación muestra que los siniestros con mayores de 65 años al volante son entre un 24% y un 51% menos frecuentes que los que registran los más jóvenes, según datos de la patronal de las aseguradoras (UNESPA).
"Los conductores mayores no son peligrosos por el hecho de ser mayores. Y de hecho las personas mayores sanas son más precavidas, toman decisiones menos arriesgadas y más seguras. La experiencia es un factor de protección", asegura Monclús.
Al mismo tiempo, los mayores de 74 años presentan la proporción entre siniestros viales y fallecidos más alta de todos los grupos de edad, según estadísticas oficiales de la DGT, "debido a su mayor fragilidad física y al hecho de que, a menudo, conducen vehículos más antiguos y se desplazan por vías secundarias, menos seguras que autovías y autopistas", explica el estudio.
A los 75, la mitad forzados
El estudio aporta datos de entrevistas con casi 50 personas mayores que han dejado la conducción a una edad media de 75 años. Cerca de la mitad de ellos (45%) afirma haberlo dejado de manera involuntaria. En estos casos de cese forzado, el 41% lo vive de forma negativa, el 27% no cree que deba dejarlo, el 18% siente que no tiene el control de la decisión y al 14% le produce vergüenza y sensación de inutilidad.
Entre las consecuencias frecuentes de abandonar la conducción, los mayores encuestados sienten que con esta decisión se reduce su nivel de independencia (44%) y suelen abandonar alguna de sus actividades habituales (45%).
Más mayores conductores
Los especialistas aseguran que actualmente más personas de más de 65 años siguen conduciendo:
"En los últimos 10 años hay un 5% más de hombres. En el caso de las mujeres, su número se ha duplicado", apunta Isabel Sala, investigadora del Servicio de Neurología y de la Unidad de Memoria del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona.
Además, insisten en la necesidad de prestar atención a los síntomas del deterioro cognitivo, como problemas de memoria, orientación, lenguaje o de atención que, durante la conducción, provocan problemas de atención, confusión en el uso de los pedales, dificultad para mantenerse en el carril o para valorar ciertas situaciones, entre otros.
"Llega un momento en que hay que dejarlo. A partir de los 75 años, la prevalencia del deterioro cognitivo se duplica cada 5 años. Una de cada cinco personas de entre 80 y 85 años tiene algún grado de deterioro de este tipo", explica. Y subraya: "El 30% de los pacientes con demencia siguen conduciendo un año después de recomendarles que lo dejen".
Asimismo, los especialistas destacan la importancia de no restringir injustificadamente la movilidad de los mayores cuando no reúnen las aptitudes necesarias:
"Existen medidas alternativas a la retirada del permiso, restricciones (conducir con límites de velocidad, en ciertos horarios y tipos de vías o acompañados) para mantener la movilidad de estos conductores", apunta Jesús Monclús, "es necesario seguir mejorando en este aspecto, en especial en entornos rurales".
Para evitar riesgos al volante, Fundación MAPFRE ofrece una serie de recomendaciones de seguridad para los conductores de mayor edad:
- Pasar todos los reconocimientos psicofísicos necesarios para la renovación del permiso de conducir y hacer caso a las recomendaciones de los médicos.
- Viajar acompañado siempre que sea posible, no usar el coche en hora punta, ni en condiciones meteorológicas adversas y horarios nocturnos.
- Ser consciente de los efectos de los medicamentos que se están tomando y sus posibles implicaciones en la conducción.
- Aproximarse con cuidado a las intersecciones, acostumbrándose a mirar dos veces a ambos lados de la carretera antes de proseguir y extremar las precauciones a la hora de girar.
- Utilizar el transporte público siempre que exista esta posibilidad.