Por favor, no bajemos la guardia, todavía quedan cosas por hacer
- No se debería permitir que los amantes de la velocidad (con buenos coches y bolsillos) puedan circular hasta a 150 km/h, exponiéndose tan solo a una multa de 50 euros por pronto pago
13 noviembre 2013
Otro año más, conmemoramos el Día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico y, aunque celebramos que la cifra de lesionados graves y fallecidos ha vuelto a descender, toca reflexionar sobre lo que queda por hacer y lo que no debería hacerse.
En primer lugar, quiero expresar, de forma tajante, mi apoyo a la obligatoriedad del uso del casco en ciudad para todos los ciclistas, pues evitaremos traumatismos craneales y fallecidos. Sin embargo, y con respecto al aumento de la velocidad a 130 km/h en algunos tramos, no puedo más que mostrarme contraria a esta medida. Son múltiples los motivos, aunque destacaré los principales: agravaremos las consecuencias de los accidentes, como ya ha ocurrido en otros países que han aumentado la velocidad; desoiremos los estudios de los expertos, que aconsejan lo contrario; y por último, creo que es difícil encontrar tramos seguros que dispongan de panel variable para informar y que estén auditados por expertos. De hecho, considero que el nuevo Reglamento General de Circulación no debería permitir que los amantes de la velocidad (con buenos coches y bolsillos) puedan circular hasta a 150 km/h, exponiéndose tan solo a una multa de 50 € por pronto pago y exponiendo su vida, o la de otros, ante cualquier despiste, error o imprevisto.
Además, debo mencionar otros tres puntos de actualidad que me preocupan, y es el derecho de asistencia jurídica gratuita para víctimas y familiares por accidente de tráfico y los indultos a delincuentes viales, que han producido fallecidos o heridos con su delito y que no debieran volver a producirse. Por último, la LOMCE, debería incluir, en todas sus etapas, la educación vial y la educación en valores, para fomentar actitudes favorables que incidan en la prevención de accidentes.
En AESLEME estamos convencidos de que solo con la educación continua podremos conseguir lograr el objetivo de 0 VÍCTIMAS. Ese es el propósito por el que luchamos y estamos seguros de que muchos de los 4 millones de niños y jóvenes que han conocido los riesgos y las consecuencias de los accidentes, a través de nuestras campañas, han cambiado sus actitudes y por ende, han salvado su vida.
Se han llevado a cabo muchas medidas y políticas viales para llegar a los resultados actuales y todos nos sentimos satisfechos, porque se ha conseguido entre todos, pero, por favor, no bajemos la guardia, todavía quedan cosas por hacer y sobre todo, no tomemos decisiones equivocadas.