"El problema de Madrid y Barcelona es la contaminación crónica"
- "La alternanacia de matrículas par/impar obtiene reducciones del 15-20% en el centro urbano"
10 diciembre 2015
Si se analizan bien, las medidas coyunturales adoptadas en Madrid no son realmente exageradas, son progresivas y no limitan ninguna de las dos la posibilidad de circular, cosa que si pasa ya en la Fase 3. La Fase 1 tiene una función de concienciar de la problemática grave, y aunque permite reducir las emisiones de NO2, su eficacia es bastante limitada, del orden de un 1%. Sin embargo, la medida añadida de limitar el estacionamiento en la zona SER de la Fase 2 se ha evaluado que redujo el tráfico del orden del 10%. Con medidas como limitar la circulación mediante la alternancia de las matrículas de número impar/par, como se aplica en París, las reducciones de circulación en el centro han sido del 15 al 20%, y en las grandes vías de entrada y salida, del 35%.
Hay que reconocer capacidad de decisión en aplicar el protocolo que se había aprobado previamente para su aplicación en caso de necesidad. La crítica estaría en que debería haberse aplicado antes y mantenido un mayor número de días.
Pero el problema de Madrid, y también de Barcelona, no es que se produzcan de uno a tres episodios de contaminación graves cada año, sino que soportan un problema de contaminación crónica sistemática –con valores de 2 a 3 veces el valor límite anual–. Ese es el principal problema y las medidas a tomar implican limitar y restringir la circulación de vehículos adoptando Zonas de Baja Emisión (ZBE) y potenciando la actualización del parque circulante a vehículos eléctricos, como están haciendo otras capitales europeas. Lo que está en juego es la salud de las personas.