Irresponsables
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25 febrero 2016
Los coches cada día nos facilitan más una conducción segura. Lo último y más sofisticado son los vehículos spa, capaces incluso de masajearte para que el conductor esté en condiciones óptimas de conducción.
Luego están las mejoras en seguridad pasiva y activa menos “modernas”, pero mucho más eficaces: desde la frenada automática al ABS, el ESP, los airbag, los detectores de fatiga, los controles de distancia de seguridad, el aviso de cambio de carril, las luces adaptativas... Y lo que se avecina: los coches que van a conducir solos y que nos permitirán desplazarnos totalmente seguros y leyendo el periódico o hablando por el móvil con toda tranquilidad.
Avances tecnológicos que de nada sirven si los conductores los ”anulamos” con ciertos comportamientos, como pasarnos de frenada o que sigamos sin entender la incompatabilidad de drogas y conducción... Por ejemplo, esos padres, pillados en un control, que son capaces de ponerse al volante, triplicando la tasa de alcohol, con dos hijos pequeños detrás.