Los hijos nos enseñan, ¡aprende!
- "Enseñamos a los hijos buenos hábitos en materia de tráfico pero luego nuestros comportamientos al volante no son precisamente el mejor ejemplo".
25 febrero 2016
El balance de la mortalidad y accidentalidad en las carreteras españolas en 2105 nos vuelve a traer cifras esperanzadoras: 6 muertos menos que el año anterior y un reflejo más de una tendencia que nos sitúa en 3 muertos diarios frente a los 12 del año 2000. En total, 1.126 fallecidos contando la siniestralidad urbana, que, por primera vez, la DGT incluye en el cómputo global que emite, con carácter provisional, a principios de año.
Unas cifras que, pese a todo, siguen reflejando ciertas debilidades históricas, como que el 22% de los fallecidos en turismos y furgonetas no llevaran cinturón de seguridad, o que 9 motoristas, 4 conductores de ciclomotor o 42 ciclistas no llevaran casco; que el 81% de los fallecidos en vías interurbanas se dieron en carreteras secundarias, “laguna” en la que la DGT se está esforzando en los últimos años con medidas para mitigarla y donde parece que las estrategias que debutaron durante 2015 en el territorio interurbano vigilado a través de la DGT y la ATGC comienzan a dar buenos frutos. O, muy llamativo en los tiempos que corren, el que de los 13 niños que perdieron la vida en la carretera, 4, casi un 30%, no hicieran uso de ningún sistema de retención.
Unos datos que demuestran hasta que punto la formación tiene mucho que ver en materia de seguridad vial. Uso del casco, del cinturón, llevar a los niños mucho más seguros en sus sillitas…Una formación que cada vez adquiere más protagonismo en doble dirección: de los padres con los hijos..¡y de los hijos con los padres! Lo decimos porque frente a la evidencia de que la familia es el primer agente educador (ya lo dijo Pitágoras: “Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres”), el 63% de los padres cree que esa información incumbe a las autoridades de tráfico y el 50%, al colegio.
Unas cifras que a veces chocan con la realidad: enseñamos a los hijos buenos hábitos en materia de tráfico pero luego nuestros comportamientos al volante no son precisamente el mejor ejemplo. Como dicen desde INTRAS, que ha elaborado un informe sobre la educación vial en nuestra sociedad en colaboración con la DGT, “existe incongruencia entre los que se enseña a los niños y lo que estos observan a los padres”. Hasta un pensador y psicopedagogo del prestigio de Franceso Tonucci dice, en esta misma revista, que “es más eficaz dar ejemplo que enseñar verbalmente”. Y es ahí donde seguimos encontrando “puntos negros” (¿quizá deberíamos empezar a hablar también de comportamientos y actitudes “negras”?) que, seguramente, impiden que las cifras de siniestralidad bajen más de lo que bajan. Por ejemplo, el 11% de los padres confiesa que no ponen el cinturón a sus hijos cuando hacen trayectos cortos. Un punto más que debemos corregir, en el que los hijos deben corregirnos. Y ojo, ¡tampoco está mal aprender de ellos!