Conducir sin alcohol, sin drogas, sin móvil
- Es muy probable que la inmensa mayoría de los automovilistas tengan interiorizado que el alcohol es una mala compañía para la conducción
28 noviembre 2016
Es muy probable que la inmensa mayoría de los automovilistas tengan interiorizado que el alcohol es una mala compañía para la conducción. Incluso, que muchos sepan y asuman que la ingesta de alcohol está detrás del 30% de los fallecidos en carretera. Ha costado concienciar de esta realidadad, pero es verdad que hoy son muchos los que si beben, no conducen y si van a conducir, se controlan mucho en la ingesta de alcohol; incluso entre los jóvenes ha calado la iniciativa de que alguien del grupo no bebe para ser el que llevará el coche a la vuelta. Lo de si conduces alcohol 0´0, está muy asumido.
No ocurre lo mismo con el consumidor de drogas ilegales, que no es consciente del peligro que supone unir consumo con conducción. Y el riesgo de tener un accidente se triplica si es, por ejemplo, consumidor de cocaína, según la OMS, Organización Mundial de la Salud. Si tenemos en cuenta estas cifras y una encuesta de la propia OMS, que dice que entre el 4 y el 30% de los conductores reconoce conducir después de haber consumidor drogas, la situación es más que preocupante. Incluso la memoria del año pasado del Instituto Nacional de Toxicología pone otro dedo en la llaga: de los conductores fallecidos en accidente de tráfico, el 14% estaban drogados. ¿Cuánto tardará en calar la idea de conducción y drogas 0´0?
Y algo parecido ocurre con esa fiebre de las tecnologías que nos lleva a usar casi de forma adictiva el móvil a todas horas. Hasta el punto de que muchos conductores siguen usando el móvil mientras conducen: las distracciones están detrás del 24% de los accidentes y del 35% de los muertos, y lo peor: el 94% de los conductores reconoce que usa el móvil mientras conduce... Y ojo: el 43% de los jóvenes “wasapean” y conducen.
Probablemente sin estas malas prácticas de las que no siempre somos conscientes, la siniestralidad en nuestro país se movería en unas cifras muy distintas de las actuales, por mucho que hayan bajado en la última década.