Una política vial más humana
- Hacer compatibles el crecimiento económico con la calidad de vida y la movilidad de sus ciudadanos debe ser el compromiso ineludible
02 abril 2019
Calmar el tráfico, conseguir reducir la accidentalidad, las emisiones contaminantes y el ruido ambiental; en definitiva, hacer compatibles el crecimiento económico con la calidad de vida y la movilidad de sus ciudadanos debe ser el compromiso ineludible de las Administraciones municipales. Y son muchas las ciudades que ya han abierto camino con sus nuevas ordenanzas de movilidad sostenible, como Barcelona, Bilbao o Madrid que se suman a las de Valencia, Sevilla, Málaga o Vitoria- Gasteiz, entre otras. Estamos convencidos que una buena
política de seguridad vial va unida a una buena política de movilidad y viceversa.
Dejando muy claro la autonomía que tienen las ciudades para elaborar sus ordenanzas municipales de movilidad, la DGT, y a petición de las propias ciudades así como de diversas asociaciones y colectivos de usuarios, está planteando la modificación de la normativa que conlleva la reducción de la velocidad en las ciudades como factor clave dentro de una política vial más humana, y que nos convertiría en el primer país en establecer esta normativa a nivel estatal. El proyecto prevé el límite de 30 km/h en todas las calles con un único carril de circulación. Una recomendación que también se impulsa desde Europa.
Pero además, la DGT quiere poner en valor las muchas y muy buenas iniciativas en movilidad segura y sostenible que ya existen, a través de iniciativas que faciliten el intercambio de buenas prácticas y la mejor adecuación de las ordenanzas municipales a la nueva realidad. La reciente celebración de El Foro de Ciudades a Pie y del V Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial y la Movilidad Sostenible son un claro ejemplo de ello.
Los datos que se desprendieron de estas jornadas hacen incuestionables la necesidad de convertir a las ciudades en las principales protagonistas de la movilidad. En 2017 (último año con datos consolidados), 509 personas fallecieron y 4.780 fueron hospitalizadas como consecuencia de un accidente de tráfico registrado en vías urbanas. Siniestralidad que tiene unas características especiales: el 80% de esos fallecidos eran vulnerables (peatones, ciclistas o motoristas), y un 45% de los fallecidos tenía 65 años o más.