250
- En un número tan especial para nosotros, no voy a hacer un breve repaso de la historia de la seguridad vial en este país de la que hemos sido altavoces, espejo y en alguna ocasión –por qué no decirlo– impulsores
02 julio 2019
Es el número de la revista que tienen ustedes entre sus manos. ¡Qué viejos! Creo que somos una de las revistas –si no la más– longeva de la Administración del Estado. En un número tan especial para nosotros, no voy a hacer un breve repaso de la historia de la seguridad vial en este país de la que hemos sido altavoces, espejo y en alguna ocasión –por qué no decirlo– impulsores. Voy a dar las gracias a todos y cada uno de los profesionales que han pasado a lo largo de todos estos años –ya 34– por esta Redacción –hasta el año pasado capitaneada por Jesús Soria–. Gracias por su esfuerzo, por dejarse la piel en estas páginas, que acabamos sintiendo como nuestras. Porque esta revista es el fruto del trabajo en equipo de un grupo de profesionales, desde periodistas hasta fotógrafos, ilustradores, infógrafos y maquetadores. De los que estamos ahora y de los que han pasado. Creo que podemos sentirnos orgullosos y estoy convencida de que hemos contribuido a hacer un poco más seguras nuestras carreteras. ¡Y qué jóvenes! Porque intentamos evolucionar al ritmo trepidante de nuestra sociedad. Comenzamos hablando de accidentes de tráfico y en 2006 ya fue necesario hacerlo de seguridad vial. Hoy se impone la movilidad sostenible, y en este número nos hemos preguntado si la movilidad es cuestión de género. Les sugiero leer el interesante reportaje (pags. 23-29) en el que hemos intentado encontrar respuestas. Saber si hombres y mujeres tenemos diferente visión de la movilidad. Les dejo que ustedes saquen sus propias conclusiones. Y por último, la parte más importante: Gracias a todos ustedes, nuestros lectores, tanto de la edición impresa como de la digital. Sin ustedes nuestro trabajo no tendría sentido. Y no es una frase hecha. Se lo aseguro.