Un año de Ciudades 30
- Entre mayo (fecha en la que entró en vigor la nueva normativa) y diciembre de 2021, se produjeron 222 siniestros mortales urbanos, en los que fallecieron 227 personas, lo que supone un descenso del 14%. las víctimas vulnerables se redujeron un 17%, y un 22% los mayores de 64 años
29 junio 2022
La celebración del primer aniversario de la puesta en marcha de los 30 km/h para las calles de un único carril de circulación ofrece una buena oportunidad para mirar atrás y ver el camino recorrido.
En 2019 los fallecidos en nuestras ciudades habían aumentado en un 6% (mientras que en las carreteras disminuían en el mismo porcentaje). 277 personas habían perdido la vida por atropello en el ámbito urbano. El 82% eran usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas). Había que actuar. La DGT recupera el proyecto de los 30 km/h. Las razones eran evidentes. La probabilidad de fallecer por atropello a 50 km/h es del 90% y a 30 km/h es del 10%, y la distancia de frenado se reduce a la mitad. La implantación de los 30 km/h en las calles de un único carril de circulación por sentido se aprobó por Real Decreto de 970/2020, de 10 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento General de Circulación en materia de medidas urbanas. Entró en vigor a los 6 meses de su publicación, para dar tiempo a los Ayuntamientos a adecuar su implementación y su señalización.
Aunque un año es poco tiempo para hacer un balance para una medida pensada para el medio y largo plazo, podemos afirmar que las velocidades medias de circulación en nuestras ciudades han bajado. Y para ser rigurosos el balance de la siniestralidad se ha realizado del período comprendido entre mayo (fecha en la que entró en vigor la nueva normativa de los 30 km/h) y diciembre de 2021. En estos 8 meses se produjeron 222 siniestros mortales urbanos, en los que fallecieron 227 personas, lo que supone un descenso del 14%. Las víctimas vulnerables se redujeron un 17%, y un 22% las personas mayores de 64 años.
Es verdad que la medida nace por razones de seguridad vial, pero además nos ha de permitir reducir el tráfico, el ruido, la contaminación y aportar una mejor calidad de vida. No es una medida puntual y aislada, sino que detrás hay todo un proyecto de movilidad urbana. Es un paso adelante para hacer de nuestro país un referente en movilidad urbana. Y destacar que es una medida que pidieron los Ayuntamientos, la han gestionado los Ayuntamientos y su resultado corresponde a los Ayuntamientos. La DGT solo ha sido un compañero de viaje necesario.
Los navegantes dicen que el viento solo sopla a favor de los que saben a dónde van y en seguridad vial, los datos marcan el camino.