Los tiempos están cambiando
- Ya no se trata de que el perro o el gato viajen con nosotros y que no interfieran en la conducción segura del vehículo. No. Ahora el paradigma es que, además, vayan seguras y que en caso de accidente tampoco sufran muertes ni heridas o lesiones, ni las causen
14 marzo 2023
Los tiempos están cambiando, cantaba Bob Dylan en 1964 (y más tarde, en 1981, rocanroleaba Loquillo). Y ahora aún más, cabría añadir.
El primer signo del cambio se puede ver en la consideración que damos a nuestras mascotas y que refleja nuestro reportaje de En Portada. Ya no se trata de que el perro o el gato viajen con nosotros y que no interfieran en la conducción segura del vehículo. No. Ahora el paradigma es que, además, vayan seguras y que en caso de accidente tampoco sufran muertes ni heridas o lesiones, ni las causen. La ley de Maltrato Animal, polémicas aparte, es otro ejemplo de este cambio de tiempos.
Otro signo del cambio temporal ha quedado patente en el VII Encuentro de Ciudades que organizó la DGT en Valladolid y en cómo los responsables de la seguridad y la circulación en zonas urbanas están cambiando las prioridades, anteponiendo la seguridad, la calidad del aire, la cercanía, el encuentro social por encima de una vertiginosa movilidad al precio que fuera; priorizando el transporte público y la movilidad limpia, a pie o en bicicleta o VMP –cuya proliferación es otro signo más del cambio que tenemos encima–, frente al uso de vehículo particular; y la recuperación de espacios para el ciudadano frente a los inmensos aparcamientos en que se había convertido las ciudades.
Como decía Dylan, “vuestro camino está envejeciendo rápidamente” y pedía a padres y madres que salieran del camino “si no podeis echar una mano, porque lo tiempos están cambiando”.
Y todos estos signos del cambio hay que regularlos, porque, de lo contrario, nos superarán. La bicicleta, los VMP y otras cosas que ni siquiera imaginamos llegan para quedarse. Y o preparamos el terreno o, como decía Dylan, “os hundiréis como una piedra”. Y es que, sin duda, los tiempos están cambiando. Siempre.