Nuevas necesidades, nuevas señales
- En 2003, cuando se aprobó el anterior Catálogo de Señales se acaba de prohibir la gasolina con plomo, faltaban 3 años para que entrara en vigor el Permiso por Puntos no había patinetes, ni híbridos recargables, ni Zonas de Bajas Emisiones...
20 junio 2023
Hace veinte años, en 2003, se aprobaba el último Catálogo de Señales. En España comenzaba a circular el euro y se prohibía la venta de la gasolina con plomo. Faltaban aún tres años para que entrara en vigor el permiso por puntos y las campañas de concienciación comenzaban a poner al móvil y sus distracciones en el punto de mira. Ya comenzaban a venderse los primeros coches híbridos –en 2006 en España hasta 4 modelos, principalmente comprados por taxistas– y aparecían en ciudades adelantadas, como San Sebastián o Vitoria, carriles-bici y sistemas públicos de alquiler de bicicletas. No había patinetes, ni vehículos híbridos recargables, ni calles 30 o Zonas de Bajas Emisiones...
Era lógico, por tanto, que estas cuestiones, que no se sabía cómo iban a evolucionar, no fueran recogidas por ese Catálogo. No obstante, en una sociedad globalizada como en la que vivimos hoy, donde desayunamos en Bilbao –cuando no en Berlín–, tenemos una reunión en Santander y cenamos en Zaragoza, las señales de tráfico, para poder informar con claridad y que sean entendidas rápida y correctamente por todos, deben estar unificadas, lejos de la Babel actual.
Para ordenar estas nuevas necesidades ha hecho falta diseñar nuevos iconos, dar respuesta a nuevas necesidades, dar información más amplia. Y ese ha sido el objetivo de el nuevo Catálogo de Señales consensuado entre la DGT y la Dirección General de Carreteras, que pronto veremos instaladas en calles y carreteras.
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Si hacemos caso a las previsiones –y las temperaturas de abril son una ‘señal’ de aviso–, el verano será caluroso. Además, las reservas de agua en pantanos y embalses están bajo mínimos. De hecho, en cuencas como las catalanas se duda de que se puedan combatir los incendios con esas reservas. Por ello, hay que insistir en la responsabilidad de cada persona para minimizar el riesgo de provocar un incendio. Arrojar colillas desde un vehículo está sancionado con multa, pero el daño causado no se paga con ella. Ni mucho menos. Como ejemplo, solo en julio y agosto de 2022, hubo que organizar operativos para cortar 150 carreteras por incendios que impedían la circulación. Seamos responsables. Prevengamos con nuestro comportamiento, evitemos conductas de riesgo con los vehículos (un catalizador de un vehículo aparcado sobre un pasto seco puede ser un detonante), y avisemos siempre al 112 en cuanto veamos alguno.