El coche, a examen
- Casi la cuarta parte de las averías de invierno se producen por fallos en la batería del vehículo
19 diciembre 2013
Conviene aprovechar las ofertas de revisión inviernal que muchas marcas están lanzando en esta época para poner su coche a punto. Estos son algunos de los elementos que, usted mismo en algunos casos, y otros el taller, debe revisar:
Neumáticos. Compruebe su estado, la presión en frío, y controle que el dibujo tiene una profundidad mínima legal de 1,6 mm. Pero si quiere ir más seguro, no apure a menos de 2 mm. Lo mejor es que se fije en los indicadores de desgaste o bien introduzca una moneda de 1€ en las ranuras de la banda de rodadura: si la profundidad es inferior a la banda exterior dorada de la moneda, el neumático no ofrece la seguridad necesaria sobre un pavimento con agua.
Suspensión y frenos. El desgaste de los amortiguadores afectará a la estabilidad, incrementará la distancia de frenado y puede provocar el deterioro de muchas piezas, como los frenos. Respecto al sistema de frenado, haga revisar las pastillas (2 mm mínimo), discos (entre 75.000 y 100.000 km) y el líquido de frenos (cámbielo cada 2 años o entre 40.000 y 60.000 km).
Climatización. Además de un elemento de confort, el aire acondicionado o el climatizador constituyen una garantía de seguridad por su eficacia en el desempañado del parabrisas. Verifíquelo cada 2 años y sustituya el filtro al menos una vez al año.
Limpiaparabrisas. Son esenciales para conseguir una buena visibilidad. Compruebe cada año que las escobillas efectúan un buen barrido y no chirrían; de lo contrario, sustitúyalas.
Lunetas térmicas. Inclúyalas en su revisión personal, ya que son fundamentales para disponer de una correcta visión a través de la luna trasera.
Líquidos que no se congelen. Además de la función anticongelante del líquido de refrigeración (cámbielo cada dos años), es importantísimo que el líquido limpiaparabrisas sea resistente a la helada: el agua se pude congelar por debajo de 0º y el barrido en seco de las escobillas, en lugar de limpiar, contribuirá a extender la suciedad del parabrisas.
Alumbrado. Compruebe que todo el sistema de luces y de indicadores de dirección funcionan correctamente. Para regular la altura de los focos (mejorar la visibilidad y evitar deslumbrar), o si tiene que cambiar una lámpara, seguramente tendrá que acudir al taller.
Las averías más comunes durante el invierno están relacionadas con el funcionamiento de la batería, el 23% del total, según datos facilitados por CEA (Comisariado Europeo del Automóvil) basado en la asistencia a sus socios. El 6% tuvo otros fallos eléctricos, al 16% se le paró el coche mientras circulaba, al 14% no le arrancaba y el 15% de las averías fueron causadas por fallos en el funcionamiento del motor.
La importancia de la batería. De ella depende el arranque y el funcionamiento de los dispositivos eléctricos y electrónicos del vehículo. Su vida útil oscila entre los 3 y 5 años, según su uso. Las más comunes son las que no requieren mantenimiento y disponen de un visor para controlar su estado; las otras, más baratas, necesitan el control del nivel de los vasos, que hay que rellenar con agua destilada. En cualquier caso, los bornes deben estar siempre limpios. No espere a quedarse tirado: la mayoría de los talleres disponen de analizadores que diagnostican con antelación la necesidad de un cambio preventivo.