Un planeta para el automóvil, ¿es sostenible?
- 19 euros cuestan los 100 kilómetros en coche, frente a 14 euros del avión.
07 enero 2016
Un estudio realizado por Ecologistas en Acción y titulado “Las cuentas ecológicas del transporte” no solo analiza, sino que pone cifras al impacto social, ambiental y económico del transporte de personas y mercancías.
El informe pone en evidencia el desarrollo excesivo o hiperdesarrollo del transporte por carretera en nuestro país. Cada vez es más posible desplazar cosas o personas más lejos, más rápido, más fácil y más barato. No existe competidor en modos de transporte que satisfaga mejor la demanda que un vehículo privado, pero ¿es sostenible?
Tiempo parásito
Al año, cada español pasa al volante unas 260 horas, es decir, once días. El coche consume también un tiempo ‘parásito’ (75 horas al año), que es el requerido para aparcamiento, el acceso al vehículo, mantenimiento y lavado o para la gestión de todo cuanto le rodea (trámites, aprendizaje, multas…). También se ha contabilizado el tiempo ‘virtual’ (331 horas o 14 días anuales), que equivale a las jornadas de trabajo necesarias para sufragar los gastos que ocasiona, como compra, servicios, infraestructuras…
Algunos datos curiosos de este informe los señala la geógrafa Pilar Vega, experta en Ordenación del Territorio y una de sus autoras. Para ella, algo que nos debería hacer reflexionar es que “el tiempo virtual supera el tiempo de desplazamiento”. Otro aspecto llamativo, explica Pilar Vega, es que “un automóvil permanece aparcado el 97% de su vida útil, mientras que solo un 3% está en movimiento”. En total, el coste medio de un vehículo a lo largo de su vida es de 54.108 euros (20.144 euros de la compra de vehículo más el cambio de neumáticos, seguros, impuestos…). Lo que supone trabajar durante 4.403 horas para pagar el coste total del coche.
Hiperdesarrollo
Otro de los autores, Miguel Mateos, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, destaca cómo, a lo largo de dos décadas, desde 1992, se ha producido una “explosión de la movilidad motorizada, tanto en el número de desplazamientos como en las distancias recorridas”. Si se dividen todos los recorridos realizados en transporte por carretera, interior e internacionalmente, en 2012 esta movilidad correspondería a una desplazamiento diario por persona de 45,5 kilómetros, mientras que en 1992 eran 28,3. Es decir que en 20 años se ha producido un incremento en los kilómetros por habitante superior al 50%. Lo que es peor: este incremento se ha asentado principalmente en el avión y el automóvil, los dos medios con mayores impactos socioambientales. En el caso concreto del vehículo privado, la distancia media recorrida diariamente por cada habitante pasó de 17,2 a 28,9 kilómetros. Miguel Mateos atribuye esta “explosión de la movilidad motorizada a la acumulación de años de aplicación de políticas para incentivar el uso de estos modos, especialmente el coche”. En cambio, no se ha tenido en cuenta en estas políticas, que “la otra mitad de los desplazamientos se realizan en modos no motorizados: principalmente a pie y, en menor medida, en bicicleta”, explica el autor.
Emisiones
El 40% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son imputables al transporte. Esta cifra no coincide con las estimaciones oficiales, que asignan al transporte casi 81 millones de toneladas de CO2 del total de emisiones, lo que supone un 23,7%. Elena Díaz, responsable de Transportes de Ecologistas en Acción, explica que este informe corrige esas cifras al contabilizar el consumo de electricidad, tráficos de personas y mercancías, viajes internacionales, tanto aéreos como marítimos, y los ciclos del transporte en todas sus fases: desde la fabricación hasta la construcción de infraestructuras, pasando por la circulación y el tratamiento de residuos.
Esto entra en consonancia, por otra parte, con la dependencia del petróleo que tiene el sistema de transporte. Un problema gravísimo: el 92% de la energía del transporte procede del petróleo. Al mismo tiempo, el transporte consume el 65% de los productos petroleros que llegan a nuestro país. En palabras de Elena Díaz: “Se podrá producir electricidad por otros medios, pero los transportes son totalmente dependientes del petróleo y no hay sustitutos para el inmenso volumen de combustible que consumen”. El coche, explica Miguel Mateos, además de ser el modo más utilizado, es el más ineficiente en términos de consumo de energía por kilómetro y persona. Consumo que se sitúa, según Mateos, “2,4 veces por encima de su óptimo de eficiencia, a causa de la baja ocupación media de los coches, que es de 1,7 personas por vehículo”.
Las cuentas ecológicas del transporte
Pinche en la imagen para acceder a la infografía.
Recorrer en automóvil 100 kilómetros sale, de media, a 18,9 euros por persona. Esto contrasta con el coste de los demás medios de transporte: el autobús a 6,5 euros por persona - 100 km (el urbano a 9,5); el tren, a 8,1 euros y el avión (en el interior) entre 4,9 y 13,8 euros por persona-100 km.