Energía bajo el asfalto
- Podría generar energía para semáforos, señales, farolas... o para calentar la vía y eliminar el hielo
13 enero 2016
Siempre nos hemos preguntado cómo serían las ciudades del futuro y, en especial, los vehículos: si serán voladores, si las calles dejarán de existir… La realidad se queda mucho más atrás que esas fantasías típicas de ciencia ficción, pero está claro que las carreteras serán diferentes.
En pleno siglo XXI se tiende a pensar, y mucho, en que todo se agota. Por ello, ahora las innovaciones llevan implícitas unas ideas de ahorro, sostenibilidad y en definitiva, un futuro mejor.
Un ejemplo es la tecnología que están desarrollando en la empresa israelí Innowatech. Para instalar esta tecnología en un kilómetro de vía se necesitan 6.250 generadores con un coste de medio millón de dólares. Se estima que, el paso de 600 vehículos a 72 km/h, generaría alrededor de 200 kilovatios/hora. Y así, la inversión se recuperaría en un período de 3 a 6 años, según Haim Abramovich, fundador de la compañía.
Peter Hughes, creador del sistema, sostiene que “cuatro de estas rampas serían suficientes para suministrar energía a las farolas, semáforos y señales de tráfico de una calle de un kilómetro y medio de largo”. Es factible también utilizarlo para el mantenimiento de sistemas de calefacción para combatir el hielo en invierno, para la ventilación de túneles o para zonas aisladas sin red eléctrica.
Y se trata de una idea muy extendida en este sector. Así, numerosas empresas de todo el mundo estudian otras posibilidades de llevar esta idea a la práctica y generar energía con el desplazamiento de vehículos.
Aparte de los diversos proyectos que están en marcha de carreteras que generan energía, también se ha desarrollado un neumático que genera electricidad a partir de las vibraciones. La marca Goodyear lo ha presentado este año, pero se trata tan solo de un prototipo de investigación, sin planes de producirlo en serie.
Este neumático transforma en energía las deformaciones y vibraciones que se generan al circular en carretera. Presenta, además, otras novedades como soportar el peso del vehículo si se pincha el neumático, un amplio canal circunferencial que mejora la resistencia al aquaplaning y una banda especial para absorber el ruido.
Desde el año pasado, Metro de Madrid cuenta con una ‘metrolinera’ en la estación de Sainz de Baranda. Su función es recargar coches eléctricos. La energía es obtenida del frenado de los trenes. Se trata de un paso más en el aprovechamiento de la energía generada por el transporte. Así, los trenes con frenado regenerativo permiten convertir la energía cinética de el frenado en energía eléctrica.
