Al volante, ¿mejor solo o acompañado?
- "Puede ser positivo si el copiloto aporta al conductor información que éste haya podido obviar" (Fermina Sánchez, Psicóloga. DGT)
24 mayo 2016
Según los datos de accidentalidad de la Dirección General de Tráfico, en 2014 la cifra de fallecidos es casi idéntica para conductores que para pasajeros: 141 y 142. Además, hubo más heridos graves y leves entre los pasajeros que entre los conductores: 556 conductores heridos graves y 11.114 leves, frente a los 655 pasajeros graves y 14.988 leves. Copilotos y demás pasajeros del vehículo se juegan la vida al igual que el conductor y en ocasiones es su actitud y su comportamiento el que puede contribuir a aumentar o disminuir el riesgo de accidente. Así lo concluyen varios estudios cuyo objetivo es analizar la influencia que tiene el copiloto en la seguridad vial.
“Cualquier actividad añadida a la tarea de conducir, como pueda ser el hecho de tomar en consideración lo que hace o dice el copiloto, va a restar capacidad atencional al conductor”, indica Fermina Sánchez, Psicóloga Asesora Técnica de la DGT. Aunque, por otra parte, añade: “puede ser positivo si aporta al conductor información que éste haya podido obviar. Pero que esa participación sea positiva o no dependerá de cómo la perciba el conductor”.
¿Es más seguro viajar acompañado?
Los expertos consideran que no existe una respuesta categórica, menos aún limitada a un género o edad. Además, como señala Francisco Alonso, director del Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial, INTRAS, “cada conductor es quien es, hombre o mujer, joven o mayor y lleva en su vehículo a quien tenga que llevar, no es cuestión de elegir, sino de aprender buenas conductas y leer las necesidades del conductor en cada momento para no ser una fuente de distracción adicional”. Lo que resulta clave es que los pasajeros sean conscientes de que sus acciones pueden afectar al conductor, algo que la mayoría desconoce.
Pueden ayudar
El copiloto puede ayudar al conductor, advertirle de posibles peligros que no haya percibido, invitarle a cumplir las normas, ocuparse de los pasajeros de asientos traseros o actuar activamente a petición del conductor. Pero también puede ser una fuente de distracción y aumentar con ello el riesgo de accidente. De hecho, según el estudio de la última campaña de Stop distracciones de RACE, BP y Castrol, el 85% de los conductores se distraen más si van acompañados; de ellos, 1 de cada 4 reconoce que por la distracción se produjo una situación de riesgo. A cambio, aseguran conducir con mayor prudencia, en especial si viajan con niños (la principal fuente de distracción según el estudio).
También suelen conducir con más prudencia cuando tienen menor familiaridad con los pasajeros: “Se sienten más obligados a conducir mejor, aunque sea para disimular ante personas con quienes no tienen tanta confianza”, indica Francisco Valencia.