Hay que hacerlo, sí o sí
- Un neumático muy desgastado propicia que se presente el acuaplaning y el comportamiento del coche en suelo deslizante se vuelve impredecible
12 diciembre 2018
Según datos de EuroTaller, los defectos graves detectados por las ITV en los tres últimos años han aumentado un 30%, debido a un parque móvil muy envejecido (12,2 años de media en 2017). El mantenimiento del vehículo sigue siendo una “asignatura pendiente” de los españoles, porque, según la encuesta del Observatorio Español de Conductores DUCIT, elaborada por el RACE, casi el 2% de los usuarios reconoce que nunca revisa el coche, por lo que más de 600.000 vehículos estarían viajando en malas condiciones, sin pasar ninguna revisión.
NEUMÁTICOS
Según el Comisariado Europeo del Automóvil, en una frenada en mojado a 80 km/h un neumático desgastado necesita hasta 18,6 metros más para detenerse. Y lo peor es que, según Continental, sólo un tercio de los conductores conoce la profundidad del dibujo de los neumáticos de su vehículo. La profundidad mínima del dibujo marcada por ley es de 1,6 milímetros; sin embargo, no deje que el desgaste llegue tan lejos, sobre todo si circula habitualmente por zonas propensas a lluvias y mal tiempo. Un neumático muy desgastado propicia que aparezca el acuaplanin (el neumático, incapaz de evacuar el agua bajo él, flota por la capa de agua perdiendo toda la adherencia y control) y el comportamiento del coche en suelo deslizante se vuelve impredecible. Además, es importantísimo mantener la presión correcta, marcada por el fabricante, en función del nivel de carga, lo que obliga a revisarla de forma regular, en frío y con un medidor de presión adecuado.
CADENAS
Si no quiere invertir en neumáticos de invierno, debe ir provisto de un juego de cadenas para situaciones imprevistas. Las más baratas son las tradicionales, complicadas de colocar en medio de una nevada. Las más recomendables, las de tela. No son excesivamente caras y sí efectivas y de sencilla instalación. Olvíde los recursos milagrosos como botes de spray y no se fíe de las cadenas de tela excesivamente baratas, de origen sospechoso o vendidas por no profesionales. Y un dato sorprendente: según la cadena de venta de neumáticos Euromaster, un 80% de los conductores aseguran no saber montar las cadenas o nunca lo han intentado.
BATERÍA
No utilizar el coche a diario, que tenga más de diez años y que alguna vez nos haya dejado ‘tirados’ negándose a arrancar son algunas razones por las que debe revisar/cambiar la batería antes de que llegue el mal tiempo, época en la que el motor necesita más la ayuda de la batería. Además, en invierno a la batería se le exige más trabajo, ya que funcionan sistemas no tan habituales en otras estaciones como limpiaparabrisas, luces, luneta térmica o asientos calefactables, entre otros. Es recomendable ir al taller y que midan el nivel y el poder de carga y ver si es necesario sustituirla o no.
LIMPIAPARABRISAS
Las gomas de los limpiaparabrisas se desgastan con el uso. Así que antes de que empieza a llover a menudo, es el momento de cambiarlas y de rellenar el depósito del líquido lavaparabrisas. Conviene utilizar el líquido específico o recurrir a agua del grifo con un porcentaje de alcohol, que impide que se congele y actúa sobre los restos de insectos y deposiciones de pájaros sobre el parabrisas. Existe también un producto que se extiende sobre el parabrisas y repele las gotas de agua, permitiendo mejorar la visibilidad cuando más llueve.
PUESTA A PUNTO
No es una actuación relacionada obligatoriamente con el invierno. Una puesta a punto en coches con más de diez años (según ANFAC, cada año se venden en España 130.000 coches con más de 20 años de antigüedad) es ‘obligatoria’ si no se quieren sufrir las consecuencias del invierno, pero muy aconsejable también para que un coche funcione bien en cualquier época del año. Y entendemos por puesta a punto unas bujías en buen estado, unos inyectores limpios, un aceite renovado en su momento y un largo etcétera.
LUCES
Un estudio reciente del RACE y Alain Afflelou descubre que el 32% de los conductores presentan problemas de visión (sensibilidad al deslumbramiento, visión borrosa…) al circular de noche,en especial con meteorología adversa. Un coche moderno con faros de xenón o de LED ayuda mucho a tener una clara visión de lo que sucede por delante durante la noche. Pero, independientemente del tipo de faro que equipe su vehículo, debe vigilar su estado y, sobre todo, que la altura del haz de luz bien regulada, lo que ayudará a no deslumbrar al resto de conductores y a ver más metros de carretera.
FRENOS
La segunda causa de accidente por motivos mecánicos entre los automovilistas españoles son unos frenos en mal estado. Discos o pastillas desgastados, líquido de frenos deteriorado, latiguillos, repartidor de frenada... Para ser eficaz, una frenada, y más sobre suelo deslizante (por lluvia, nieve, etc.), necesita que todos los elementos que integran el sistema de frenado del vehículo funcionen a la perfección y estén bien mantenidos, sumado a unos neumáticos con buena profundidad del dibujo y a unos amortiguadores que cumplan su misión. Siempre hay que pensar que una diferencia de solo dos metros más de distancia en la frenada puede significar tener un alcance con el coche que nos precede o, lo que es peor, atropellar a alguien que cruza por un paso para peatones.
Los viajes que se realizan a la montaña a practicar esquí también tienen un componente peligroso, ya que no todo el mundo lleva el material técnico debidamente sujeto en el techo del coche o en el interior del habitáculo. Una prueba de crash-test desarrollada por el RACE y otros clubes automovilísticos europeos demostró los peligros de llevar la carga mal colocada dentro del habitáculo. Y es que accesorios como esquís, palos, trineos o botas, son material muy pesado y peligroso si no se lleva colocado y amarrado como es debido. De hecho, en caso de un accidente a sólo 50 km/h esos objetos pueden salir despedidos y desarrollar un peso equivalente hasta 50 veces su propia masa. Es decir, que un solo esquí llega a desarrollar la fuerza cinética equivalente a un hombre adulto, y esas piezas aparentemente inofensivas pueden convertirse en proyectiles en caso de accidente. Los esquís deben ir siempre en un portaesquís de techo y las botas, en el maletero, junto al resto de equipaje.