Conducción defensiva
- Si en algún momento prevé un peligro, levante el pie del acelerador: tendrá más margen de maniobra
04 abril 2019
Cuando salga a la carretera esta Semana Santa, ponga en práctica la conducción preventiva o defensiva, una serie de técnicas de conducción sencillas y útiles para anticiparse al riesgo y prevenir situaciones de peligro. Estas son las claves:
OBSERVACIÓN
- Mirar lejos. La mirada del conductor debe ser panorámica, más allá de lo que ocurre justo delante del vehículo. A mayor velocidad, observe más lejos.
- Alrededor. Observe los espejos retrovisores regularmente para saber qué ocurre a su alrededor. Puede controlar el ángulo muerto girando ligeramente la cabeza.
ANTICIPACIÓN
- Más despacio. Si en algún momento prevé un peligro, levante el pie del acelerador: circulando más despacio tendrá mas margen de maniobra.
- Desconfíe. En situaciones potencialmente peligrosas –un coche debe cederle el paso en un STOP–, trate de prever lo peor y trace un 'plan B' de escape: si ocurre, sabrá cómo reaccionar correctamente y no se verá sorprendido.
SEPARACIÓN
- Delantera. Mantenga al menos dos segundos de separación respecto a un punto fijo entre su vehículo y el que va delante.
- Y trasera. Frene con tiempo y de forma progresiva para mantener 'a raya' a los de atrás. En semáforos o atascos, adviértales que está detenido pisando el freno o con las luces de emergencia.
Practicar la conducción eficiente disminuye el consumo de carburante –como media un 15%– y reduce la emisión contaminante de CO2 y de otras sustancias nocivas para el medio ambiente y la salud (partículas, Nox...). Además, también menos desgaste en los elementos del vehículo, lo que redunda en ahorro en mantenimiento. Siga estos consejos:
1. SALGA SIN ACELERAR. Al arrancar no es necesario pisar el acelerador: la electrónica del vehículo regula dde forma automática las condiciones del encendido.
2. LA PRIMERA, SOLO PARA SALIR. Utilice la primera marcha solo para arrancar. Pase a segunda tras un par de segundos o 5-10 metros de recorrido.
3. ANTICIPE EL CAMBIO. Acelere de forma progresiva, sin pisar el pedal a fondo. Cambie entre 1.500 y 2.500 revoluciones (motor de gasolina) o entre 1.300 y 2.000 (diésel)
4. MARCHAS LARGAS. Utilice las marchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible. Eso sí, manteniendo siempre el control sobre el vehículo y la capacidad de respuesta en caso de imprevisto.
5. VELOCIDAD CONSTANTE. Conduzca a velocidad constante, sin acelerar y frenar innecesariamente. Desperdiciará menos combustible.
6. MODERE LA VELOCIDAD. Aumentar la velocidad hace que se dispare el consumo de combustible
7. ANTICÍPESE. Mantener la distancia de seguridad y anticiparse a los imprevistos hace la conducción más eficiente.
8. USE EL FRENO MOTOR. En las deceleraciones, levante el pie del acelerador y deje marchar el vehículo con la marcha engranada.
9. PENDIENTES. En los ascensos,retrase la reducción de marchas y acelere ligeramente. En las bajadas, circule en marchas largas.
10. SOLO LO NECESARIO. Evite el equipaje innecesario (puede aumentar el consumo hasta un 40%), llevar las ventanillas abiertas (consumo extra del 5%) o usar, si no son necesarias, la calefacción, lunetas términas o el aire acondicionados (+25%).