El autobús logra la "visión cero"
- El sector sigue invirtiendo en seguridad, aunque pide, entre otras cosas, que los reconocimientos médicos a los conductores sean obligatorios
01 julio 2020
En 2019, no se contabilizó ninguna víctima mortal en autocar en las carreteras españolas. Estos datos hacen de este medio de transporte el más seguro en la carretera, a pesar de mover cada año más de 3.000 millones de viajeros.
Desde CONFEBUS –Confederación Española de Transporte en Autobús– aseguran que viajar en autobús es 20 veces más seguro que hacerlo en un vehículo privado. Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) correspondientes a 2018 confirman que se trata de un medio muy seguro e indican que los autobuses se vieron involucrados en 2.269 accidentes (el 87% en vías urbanas), en los que fallecieron 12 personas (11 en vías interurbanas). Además, la tasa de letalidad de los autobuses se situó en 2018 en 0,53 (frente a los turismos –1,03– y los vehículos de mercancías –1,99–).
Ningún fallecido
Pero, las cifras del año pasado puede ser aún mejores, ya que, según el Balance de Siniestralidad Vial 2019 de la DGT (datos provisionales a 24 horas), en 2019 no falleció ninguna persona en un accidente de tráfico en el que estuviera involucrado un autobús. Es decir, este sector de la movilidad logró que la “visión cero” fuera una realidad.
Sobre estas cifras, Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS, comenta que el sector “va por el buen camino en materia de seguridad”, aunque “hay que seguir mejorando y no bajar la guardia”. Por eso, añade, las empresas de transporte de viajeros “vamos a seguir incorporando sistemas de mejora para reducir los accidentes a la mínima expresión e invirtiendo en formación para mejorar la alta profesionalidad de los conductores de autobús”.
Tal y como apunta Rafael Barbadillo, en el aumento de la seguridad vial del transporte de viajeros por carretera “influye todo”: conductores, vehículos y, también, la mejora de las infraestructuras.
El factor humano
En este sentido, Eduardo Mayoral, director de Seguridad de ALSA, afirma que el factor humano es clave, ya que está presente en el 85% de los accidentes de autobús. Reducir ese riesgo es uno de los objetivos que persiguen las empresas mediante la selección de los conductores y sus programas de formación continua.
Por ejemplo, en ALSA, explica Mayoral, se realiza una evaluación periódica de sus conductores. Además, un sistema de monitorización instalado en los autobuses graba tanto la velocidad como el comportamiento y reacciones ante incidentes de los propios conductores. A partir de ahí, y junto a los profesionales, se detectan áreas de mejora y se planifican los programas de formación.
Barbadillo también añade que los conductores, conscientes de su responsabilidad, son cada vez más profesionales y adoptan hábitos de vida más saludables.
Tras el parón al que nos obligó la pandemia de COVID-19, todos los sectores van volviendo poco a poco a la actividad. También el transporte de viajeros por carretera, algo en lo que incide el presidente de CONFEBUS, Rafael Barbadillo. Subraya que, “para trasladar seguridad y confianza”, las empresas han adoptado sus propios protocolos sanitarios. No obstante, recientemente el ICTE (Instituto de Calidad Turística Española) ha publicado una guía con recomendaciones de seguridad para el sector turístico, en cuya elaboración han participado entidades como la propia CONFEBUS.
Por su parte, Eduardo Mayoral, director de Seguridad de ALSA, asegura que las empresas “han hecho los deberes” y “han mejorado los protocolos para que se pueda viajar con garantías”. En el caso de ALSA, se han establecido protocolos eficientes para prevenir contagios, tanto en las estaciones como en los propios vehículos, unos protocolos que incluyen, entre otras medidas, la limpieza y desinfección diaria de los vehículos y la renovación y purificación del aire interior (mediante filtros de carbón bioactivos, ozonización e ionización).
La empresa Avanza, además de medidas sanitarias, también ha puesto en marcha la iniciativa “¿Te ayudamos?”, un chat en directo con una “coach emocional” que atenderá las preguntas e inquietudes de los viajeros sobre la vuelta a la actividad a través de un canal de YouTube.