Peatón, en la calle siempre con cuatro ojos
- Las generaciones actuales tienen mucha peor visión que sus antepasados
19 enero 2021
Somos una sociedad fundamentalmente visual. De hecho, el 80% de la información que recibimos llega a través de los ojos. Esto es especialmente relevante al conducir un vehículo o al desplazarse a pie. Precisamente, la frase más frecuente tras un siniestro vial es ese “no lo vi” que muchos hemos pronunciado en algún momento.
Atención a los semáforos
Según un reciente estudio elaborado por varios expertos en oftalmología de la Universidad de Helsinki (Finlandia), casi el 24% de los siniestros viales tienen relación con un fallo de observación o pérdida de atención visual.
En este sentido, Andrés Gené, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunidad Valenciana e investigador adscrito al INTRAS, recuerda que “las horas más críticas” para la accidentalidad vial son precisamente “cuando disminuye la luminosidad”, es decir, el amanecer o el anochecer, lo que demuestra la importancia de la visión. “Una baja capacidad visual limita las percepciones, provocando una inadecuada visión de señales y elementos de la vía, distracciones y errores de cálculo”, añade Gené.
“Una mala visión nos limita la vida en general”, explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida, asociación que desde 1955 agrupa a profesionales de óptica y oftalmología. Pero, añade, cuando somos peatones debemos ser conscientes de que “a la hora de enfrentarse a la calle, tener dificultad para distinguir la luz del semáforo, poder ver cómo se acerca un coche o una bicicleta, su velocidad, y calcular la distancia, son temas que pueden poner nuestra vida en riesgo”.
Aún más vulnerables
Y los datos demuestran que los peatones son usuarios vulnerables de las vías. En 2019, 381 peatones murieron en las carreteras españolas (134 en vía interurbana y 247 en urbana), el 22% del total de las víctimas de tráfico registradas ese año.
En esta línea, el doctor Gené señala a dos grupos de población especialmente sensibles como peatones: los mayores de 70 años y los jóvenes. En ambos casos, sufren pérdidas de la atención visual, algo muy peligroso cuando se transita por la vía. Los primeros, debido a su edad, han perdido capacidad visual y “a veces no ven venir el autobús”, apunta. Los segundos, por su parte, suelen ir “distraídos y alocados”.
Los más jóvenes preocupan en especial porque, como explica Elisenda Ibáñez, óptico-optometrista y coordinadora de Visión y Vida, “estamos ante la generación con una esperanza de vida mayor, una capacidad de movilidad muy alta y una gran preparación”, pero tienen “mucha peor visión que sus antepasados”. Según sus datos, el 63,5% de los jóvenes universitarios son miopes.
Los ópticos-optometristas insisten en la importancia de prevenir la fatiga ocular por el uso de los dispositivos digitales. Cuando centramos nuestra mirada en una pantalla, disminuye el parpadeo de forma significativa, por lo que el ojo se reseca (para ver bien, la superficie ocular debe ser perfecta). Además, la lágrima también se reduce con la edad, algo que, por motivos hormonales, llega antes a las mujeres (a los 40-45 años) que a los hombres (50-55 años). Para paliar esta situación, los expertos recomiendan el uso de lágrima artificial. En cualquier caso, insisten en la regla 20/20/lejos: cada 20 minutos frente a una pantalla, descansar 20 segundos y mirar a lo lejos.