A 30 km/h se salvan vidas
- La velocidad 30 en las vías urbanas con un solo carril por sentido garantiza poder reaccionar si aparece un peatón o una bicicleta
14 abril 2021
España va a ser el primer país del mundo en implantar los 30 km/h como límite genérico de velocidad para las vías urbanas con un solo carril por sentido (el 80% de las calles). Este es el principal cambio de la reforma que será efectiva a partir del próximo 11 de mayo y quiere garantizar una convivencia segura entre los vehículos a motor y los usuarios vulnerables (peatones, bicicletas, motocicletas y ciclomotores).
Aunque su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) fue el pasado 11 de noviembre de 2020, se ha dado el plazo de seis meses para que la ciudadanía conozca la nueva normativa y las Administraciones puedan adaptar la señalización.
Nuevos límites
A partir de mayo, los nuevos límites en todas las ciudades de España serán:
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20 km/h, para las vías en las que están unificadas calzada y acera (plataforma única).
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30 km/h, para la vías de un solo carril por sentido.
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50 km/h, para las vías de dos o más carriles por sentido.
No obstante, la norma también admite excepciones si el titular de la vía (ayuntamientos, etc.) lo aprueba.
Los nuevos límites de velocidad para las ciudades pretenden, fundamentalmente, calmar el tráfico, aunque también llevarán a una reducción del ruido y de la contaminación, lograr unas urbes más habitables y fomentar otras formas de movilidad (a pie, en bici, con vehículos de movilidad personal (VPM), etc.).
Demanda municipal
Este cambio normativo responde a una demanda de los municipios españoles. De hecho, muchos de ellos ya decidieron ser “ciudades 30”, como es el caso de Madrid, Cuenca, Málaga, Barcelona o Pontevedra, entre otras. Ahora se aplicará a todas las ciudades de España.
Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Foro Internacional del Transporte (ITF, siglas en inglés) o el Consejo de Seguridad del Transporte Europeo (ETSC) también han apostado por los 30 km/h por la relación directa que existe entre velocidad y siniestralidad vial.
Por ejemplo, la distancia de frenado a 30 km/h es de 13 metros; a 50 km/h se duplica (26 metros). Esto se traduce también en un aumento de la probabilidad de morir en caso de atropello: si a 30 km/h es de un 15%; a 50 km/h llega hasta el 85%.
La velocidad 30 en las vías urbanas con un solo carril por sentido garantiza poder reaccionar si aparece un peatón, una bicicleta o si alguien abre la puerta de un coche de forma imprevista.
A favor
¿Cómo recibe la ciudadanía los nuevos límites de velocidad en las ciudades? Parece que de forma favorable, tal y como recoge el Estudio de Movilidad Segura y Sostenible del Centro de Estudios PONLE FRENO-AXA, realizado entre septiembre y octubre de 2020, y que incluyó una pregunta específica sobre el límite a 30 km/h para las vías urbanas con un único carril por sentido.
Según dicho informe, el 62% se mostró a favor del nuevo limite máximo de velocidad para las ciudades. Cuenta con más apoyo entre los jóvenes (18-34 años) y las mujeres, que superaron el 65%. Por el contrario, casi el 40% de los automovilistas rechazó la medida.
En 2019, el 82% de las 519 personas que fallecieron en un accidente vial en una vía urbana eran usuarios vulnerables (427): peatones (247, 48%) bicicletas (32, 6%), ciclomotores (22, 4%) y motocicletas (126, 24%).
En 2019, la siniestralidad en las vías interurbanas se redujo el 6%, la misma proporción en la que se incrementó en las vías urbanas.
Este mismo grupo de vulnerables registró un aumento en el número de víctimas con respecto al año anterior: se pasó de los 397 fallecidos de 2018 a los 427 de 2019.
La transformación urbana y de movilidad de la capital de las Rías Baixas comenzó a finales del siglo XX. Para reducir la siniestralidad vial en la ciudad, se adoptaron diversas medidas, todas ellas encaminadas a recuperar el espacio publico y a mejorar la convivencia entre los diferentes usuarios de la vía. Según los responsables municipales, la más decisiva fue convertirse en “ciudad 30”, una limitación de velocidad para los vehículos que se decidió en 2012. Gracias a estos cambios, en febrero de 2011, se contabilizó la última víctima mortal en un accidente de tráfico, un hombre de 81 años que murió atropellado.