En moto o pedaleando
- Circular a 35 grados es similar a hacerlo con un tasa de alcohol de 0,5 g/l; por eso es tan importante la hidratación
22 junio 2021
España es uno de los mejores países del mundo para realizar rutas en moto o en bici: buen clima, patrimonio monumental y artístico, gastronomía, naturaleza, historia, contrastes culturales y paisajísticos… Disfrutar de este paisaje no tiene por qué estar reñido con la seguridad.
Si vamos en moto....
Mantenimiento
Revise el estado general de los neumáticos. Compruebe todos los elementos de alumbrado y señalización óptica; los espejos retrovisores (limpieza, regulación y fijación, que no vibren); los frenos (el líquido, el estado de cables y canalizaciones y los discos y tambores); los niveles de aceite, el embrague y refrigerante y que la ITV esté en regla. Se aconseja llevar un kit reparapinchazos, un chaleco reflectante y lámparas de repuesto.
Calor
Hidrátese bien y mantenga la piel cubierta. No permita que el calor le agote o le debilite. Circular a 35º C es similar a hacerlo con una tasa de alcohol de 0,5 g/l.
Fatiga
La concentración necesaria para conducir durante horas –quizás entre tráfico intenso o carreteras en mal estado–, acaba por pasar factura. Circular mucho tiempo en la misma posición, también puede ser agotador. Así que descanse las veces que sea necesario.
Equipamiento
Lo ideal sería usar ropa técnica transpirable con la protección adecuada; esto incluye guantes transpirables y zapatillas perforadas técnicas, que permiten que el calor no se almacene en nuestro cuerpo, y, así, reducir las posibilidades de sufrir un golpe de calor. Evite llevar ropa veraniega encima de su moto.
Conducción defensiva
El mayor peligro para los motoristas radica en la existencia de ‘trampas’ en la calzada (marcas de pintura, tapas de alcantarilla o baches) y los ángulos muertos que impiden ser vistos por los demás conductores. Conduzca preparado para actuar ante cualquier imprevisto que pueda surgir. Señalice las maniobras con antelación suficiente.
Si preferimos dar pedales...
Antes de viajar
Asegúrese de que la bicicleta está en buen estado: presión de los neumáticos; ruedas bien centradas; cadena engrasada y frenos que funcionan correctamente. Agite la bicicleta en busca de ruidos que delaten piezas sueltas o poco apretadas y asegúrese de que la bomba y el kit de reparación estén firmemente sujetos a la bici.
Mejore sus habilidades
Desarrolle sus habilidades de circulación, levantando la mano del manillar para practicar la señalización de giro, mirando hacia atrás sin perder la estabilidad ni la trayectoria, cambiando marchas…
En pareja
Los ciclistas pueden circular en paralelo siempre lo más a la derecha posible de la vía y siempre que no entorpezcan la fluidez del tráfico, según el Reglamento de Circulación.
Es obligatorio
Es obligatorio llevar una luz blanca delantera y una luz roja trasera si se circula de noche o en condiciones de baja visibilidad (además de un catadióptrico rojo detrás). También llevar un timbre, tanto en carretera como en ciudad, así como casco (en ciudad para menores de 16 años). No se debe usar el móvil ni los auriculares conectados a reproductores de sonido. Y al ciclista se le aplica el mismo límite de alcohol que al resto de conductores (0,5 g/l en sangre o 0,25 mg por litro en aire expirado).
Es recomendable
Se recomienda llevar una luz de alta visibilidad, que no deslumbre a otros conductores, si tiene intención de viajar por carretera. Como complemento puede mejorar su seguridad usando chalecos reflectantes y luces intermitentes, que pueden instalarse en prácticamente cualquier bicicleta y le ayudarán a indicar sus giros. Es recomendable llevar encendidas las luces también durante el día. Y usar el casco en ciudad (aunque solo sea obligatorio para los menores de 16 años).
María Orriols. Infografía ruta: Dlirios.
También conocida como “Ruta de los Dos Mares” (parte desde el Cap de Creus en el Mediterráneo y termina en Hondarribia, bañada por el Cantábrico) es un recorrido mítico para los ‘moteros’. Con una extensión de 850 kilómetros de naturaleza salvaje, con preciosos valles, altas montañas, y bosques que dejan paso a pueblos cargados de encanto. Aunque se puede hacer en un par de días, seis etapas permitirán disfrutar de todas sus maravillas.
Empezamos la aventura en el Parque Natural Cap de Creus, donde se ubica Cadaqués. Pasando por Figueres –con su legado de Dalí–, el camino continúa hasta Maçanet de Cabrenys, uno de los pueblos de montaña más bonitos de Girona (ermita Mare de Deu de les Salines).
La segunda etapa cruza la frontera con Francia hasta La Forge del Mitg y vuelve a entrar en Cataluña pasando por las famosas estaciones de esquí, La Masella y La Molina. A partir de aquí, la ruta se integra en infinidad de pueblecitos típicos como Bellver de la Cerdanya, o la Seu d’Urgell, que anticipan las carreteras más escarpadas y con unas vistas espectaculares hasta llegar a Sort que da paso al Valle de Arán: un camino entre pueblos de pizarra y cimas altas hasta alcanzar Vielha.
La cuarta etapa, con casi 200 kilómetros, entra en los Pirineos Aragoneses. De Sabiñánigo y hasta Formigal viene una buena dosis de curvas. En Formigal arranca la quinta etapa que vuelve a cruzar la frontera hacia Francia por el valle que baja hacia Lauruns y nos lleva hasta la región francesa de Pirineos Atlánticos donde llegaremos a Saint Jean Pied de Port.
La última etapa consta tan solo de 77 kilómetros por las faldas de los Pirineos para llegar hasta el Cantábrico que se abre paso en Hondarribia, con su famoso puerto pesquero: el mejor lugar para celebrar con unos ‘pintxos’ el final de la aventura.