La fatiga mata
- Unas malas condiciones de trabajo son la causa de la fatiga crónica
19 octubre 2021
La Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) ha analizado el impacto de la fatiga en los conductores profesionales a través de un estudio sobre una muestra de 2.861 conductores. Para empezar, el 66% de los conductores de autobús y el 60% de los camioneros confesaron sentir fatiga al volante de manera regular. Casi un tercio de los conductores de camión y un cuarto de los de autobús, se quedaron dormidos al volante al menos una vez en los doce meses anteriores. Y 772 conductores encuestados aseguraron haber casi chocado y haber provocado un accidente grave, al menos una vez en 12 meses, debido a la fatiga. Este 'casi accidente' es un indicador clave de aparición de la fatiga.
Qué es la fatiga
La fatiga “es una falta de energía y motivación que se puede interpretar más vulgarmente como cansancio” dice el doctor Fernando Masa, jefe del Servicio de Neumología del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Pero no hay que confundir somnolencia con fatiga. Mientras la fatiga es un proceso gradual y acumulativo, con una pérdida de eficiencia e inapetencia, la somnolencia se relaciona con la probabilidad de quedarse dormido. Y “con mucha frecuencia ambos síntomas coexisten”, puntualiza Fernando Masa. Por tanto, la fatiga se expresa en un menor tiempo de reacción, menor rendimiento para controlar la dirección, menor capacidad de mantener la distancia de seguridad adecuada, mayor distracción y “a lo que hay que añadir la probabilidad de quedarse dormido en la mayoría de los casos”, añade el neumólogo.
El accidente solitario
El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) y la Sociedad Española del Sueño (SES) coinciden en que la fatiga al volante y la somnolencia están presentes en alrededor del 20% de los accidentes de tráfico. El accidente suele ser grave. Involucra a un solo vehículo que se sale de la carretera. No suele haber marcas de derrape o de frenado y el conductor no ha intentado evitar el choque. Tiene lugar al amanecer (entre 3 y 5 de la madrugada) o a media tarde (entre las 14 y 16 horas). Mala calidad del sueño, largas jornadas de trabajo sin días libres, bajos salarios, escasez de áreas de descanso, presión laboral o exigencias para cumplir los plazos, son las principales causas de la fatiga en los conductores profesionales, según el informe del ETF.
Causas
El responsable de Política de Transporte en Carretera de esta organización sindical, Henrik Andersen, señala que “aunque está prohibido vincular la remuneración a la producción o al número de kilómetros recorridos, esta práctica sigue produciéndose a gran escala en el transporte por carretera”. Y “obviamente obliga a los conductores a trabajar muchas horas”. Además, considera muy preocupante la falta de descansos adecuados, debidos, sobre todo, a que durante sus pausas deben ocuparse de otras tareas (carga y descarga, gestionar o planificar la ruta, buscar aparcamiento, etc.). Es más, el pasado 13 de julio, el Gobierno portugués aprobó un decreto ley que prohíbe a los conductores participar en operaciones de carga y descarga.
Descansos
En la última campaña de vigilancia de la DGT realizada en febrero, la infracción más numerosa cometida por los conductores profesionales fue no respetar los tiempos de descanso.
El incumplimiento de las obligaciones relativas a los períodos de descanso puede suponer, según un cálculo realizado por el ETSC, un coste en pérdida de vidas por accidentes de tráfico cifrado en 2.800 millones de euros anuales. Y es que, según un estudio de la Asociación de Seguridad en Carreteras de EE. UU. (GHSA), 18 horas sin dormir equivaldría a tener una tasa de alcohol de 0,5 g/l (una tasa que en muchos países excede el límite permitido). Una de las autoras del estudio, Palm Fischer, afirma que uno los problemas de la fatiga es que “es difícil de detectar a no ser que el conductor lo admita”.
Opiniones
Francisco. 45 años. Conductor de camión. Transporte regional (Andalucía)
"Corre, no pares ni para mear"
24 años dedicados al transporte de mercancías y tiene claras las dos cosas que más le fatigan al volante: las prisas y tener que cargar o descargar el camión. Una frase que suele escuchar muy a menudo es: “Corre, corre, no pares ni para mear”. "Hasta que me pusieron una multa por exceso de velocidad, que tuve que pagar yo”, asegura. En una ocasión, incluso, le exigieron que cogiera una furgoneta para continuar el reparto después de haber cumplido su jornada con el camión. Por agotamiento no ha tenido ningún accidente, pero es consciente de lo importante que es no distraerse: “Un solo segundo que quité la vista de la carretera para cambiar de emisora y volqué con el camión”.
Toñi. 55 años. Esposa de Pedro. Transporte Nacional (Madrid-Barcelona)
"Se negó a descargar y le despidieron"
Toñi nos cuenta que su marido, Pedro, lleva 30 años conduciendo tráileres. La mayor parte del tiempo, de noche. “Nos llamamos a las 3 de la mañana y a las 7:30, cuando ha llegado”, asegura. "Hace poco –cuenta Toñi–, tuvo un susto, se le fue el camión y le salvó la vida el sistema que te avisa cuando te sales del carril”. En su opinión, el tacógrafo debería registrar los tiempos de descanso reales: “Cuando el camión está parado, el tacógrafo registra que estás descansando, pero el que descansa es el camión, no el conductor”. En una ocasión, le exigieron descargar los 90 palés que transportaba "después de conducir 700 kilómetros durante la noche”, recuerda Toñi. Pero se negó y le despidieron.
José. 56 años. Conductor de tráiler. Transporte Internacional (Europa)
"No hay suficientes áreas de descanso"
José reconoce que muchas veces se ha quedado “casi dormido” al volante. En una ocasión, recuerda, al poco de nacer su hijo, “estaba machacado y en un parpadeo volqué con el camión”. Desde entonces intenta anticipar este momento y parar. “Me echo agua y me doy un paseo, pero no hay suficientes áreas de descanso, ni suficientemente acondicionadas”, asegura. Y eso le obliga muchas veces a parar de mala manera en el arcén. Prefiere conducir por carreteras nacionales, en lugar de autopistas, para evitar la monotonía, come pipas y regula la temperatura, pero el mejor remedio es “parar y dormir, dormir en una cama, aunque sea 45 minutos”. En su opinión, tanto el conductor como el empresario son responsables de este problema.
Juan Carlos. 57 años. Conductor de tráiler. Transporte Nacional (Madrid-Barcelona)
Ha sufrido espejismos a causa de la fatiga
Lleva 35 años dedicados al transporte de mercancías. “He visto árboles caídos en la carretera (un espejismo que produce la fatiga en casos extremos) y he llegado a parar de golpe”, confiesa. Ha trabajado varias jornadas, empalmando día y noche, algo que asegura que no va a repetir jamás. No solo culpa al empresario, también al cliente, que exige unas entregas en un tiempo determinado. Considera que el tacógrafo es la mejor defensa que tiene un conductor: "Desde que abres la puerta del camión hasta que te bajas, registra todo: velocidad, el tiempo... “. Sería partidario de instalar tacógrafos en furgonetas, porque “por la noche hay verdaderos asesinos. Yo voy a 90 y los ves venir a 170-180 km/h”.
Aaron. 36 años. Jefe de Tráfico en una empresa regular de autobuses
"El vivir en constante presión genera fatiga. No es bueno"
autobuses hacen un recorrido marcado y que no hay mucha presión sobre la hora de llegada, "si coges un atasco, los viajeros llegarán cuando tengan que llegar”, asegura. Eso sí, “muchos pasajeros culpan al conductor del retraso en caso de atasco”, lo que puede provocar situaciones de estrés. Para evitar enfrentamientos con los pasajeros –aclara Aaron–, "el conductor suele autoexigirse el cumplimiento de unos tiempos. Y el vivir en constante presión genera fatiga. No es bueno". Además considera que el transporte por carretera "tiene una exigencia añadida y es que se espera que funcione en todo momento como si discurriera por raíles y no por asfalto, sin tener en cuenta los imprevistos que nos podamos encontrar".
Ellen Townsend, responsable de política del ETSC, considera que “examinar los horarios de entrega para evitar presiones y asegurarse de que no realizan viajes largos después de un día completo de trabajo son dos medios que las empresas pueden ayudar para crear un marco de conducción más segura”. Y también invertir en formación y tecnología.
Veamos algunos ejemplos. La compañía de transporte de pasajeros Alsa ha desarrollado sistemas de planificación de tiempos de conducción y descanso para evitar la asignación automática de turnos. Babeycia, empresa dedicada al transporte de hidrocarburos, realiza cursos específicos para abordar la fatiga entre los conductores de vehículos pesados. Y los vehículos nuevos de la compañía ya disponen de sistemas como Alerta de cambio involuntario de carril, Control adaptativo de velocidad o sistema de Detección de fatiga. La startup española, Tuckers, propone un sistema de relevos para que sus conductores de transporte internacional puedan dormir en sus casas cada día, en lugar de invertir semanas en el viaje.