Me llevo la casa de viaje
- La conducción de estos vehículos es más complicada que la de un turismo. Conviene tenerlo en cuenta
10 junio 2022
Viajar en autocaravana es un placer que no todo el mundo conoce y que está de moda. Según ASEICAR (Asociación de la Industria y Comercio del Caravaning), en febrero de 2022 se dispararon las cifras de ventas: autocaravanas (un +4,4%), campers (un +83%) y caravanas (casi un +29%). Pero las subidas más importantes se registran en el mercado de segunda mano. Sus ventas de autocaravanas y campers crecieron más de un 48% y las de caravanas casi se duplicaron, por encima del 80%.
Y es que el sector asegura que una vez que te decides a utilizar este medio de transporte en tus vacaciones, intentarás repetir en cuanto sea posible por independencia, facilidad para “vivir” al borde del mejor paisaje, o relación precio-satisfacción. Alquilar una autocaravana puede costar, dependiendo del tamaño y de la época del año, entre 400 y 1000 euros por semana. En cualquier caso, conviene que se lean con atención estos consejos que van a ser claves a la hora de pasar el mejor verano en la carretera.
TRES POSIBILIDADES
Hay tres maneras de viajar con la casa a cuestas:
1. Las caravanas son un vehículo sin motor, que necesita ser remolcado por otro con motor. Si no sobrepasan los 3.500 kg de masa máxima autorizada (MMA) podrán conducirse con el permiso B.
2. Las autocaravanas son vehículos con motor que están diseñados para vivir en su interior, es decir, que cuentan con una zona habitable. Pueden viajar en su interior tantos pasajeros como número de plazas permitidas en el permiso de circulación tenga el vehículo.
3. Las furgonetas camper son vehículos con motor que, a pesar de no estar fabricados con este fin, pueden ser acondicionados para vivir en su interior.
MARCHA ATRÁS
A la hora de remolcar una caravana la maniobra más engorrosa es la de echar marchas atrás. Si es la primera vez que conduce arrastrando una casa móvil, conviene practicar antes.
VIENTO
El viento es su enemigo número uno en carretera. Si las ráfagas de viento lateral son peligrosas en general, su efecto se incrementa al llevar una caravana. Y cuando se conduce una autocaravana es muy incómodo. Su voluminosa carrocería es la culpable.
SU ALTURA
La altura total del vehículo también es algo que nos deberíamos aprender de memoria porque en carretera puede surgir un túnel bajo y no sería extraño quedarse atrapado si no se está muy pendiente. Así mismo, la gran anchura de estas casas con ruedas puede impedirnos el paso por un pueblo de calles estrechas.
VELOCIDAD
La velocidad máxima permitida para una autocaravana de masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kg, es la misma que la de un turismo, es decir 120 km/h en autopista y autovía, y 90 km/h en convencionales. A pesar de ello es recomendable moderar la velocidad debido a su gran tamaño. Las autocaravanas que sobrepasa los 3.500 kg de masa máxima autorizada y las caravanas, sí tienen una limitación específica: a 90 km/h en autovía y autopistas y a 80 km/h en carreteras convencionales.
¡CUIDADO AL APARCAR!
La dificultad de las autocaravanas es su gran tamaño. A la hora de maniobrar o aparcar, debemos tener en cuenta que son más largos, más anchos y más altos que un coche. Preste mucha atención a las señales que indiquen un límite de altura (las de gálibo) o de anchura, para evitar quedarnos atascados.
Una autocaravana está estacionada cuando está aparcada, en un lugar permitido, sin sobrepasar las marcas viales de delimitación de la zona de estacionamiento, ni la limitación temporal del mismo, si la hubiese.
No importa, en este caso, que sus ocupantes estén en su interior, siempre que la actividad se desarrolle en su interior y no trascienda al exterior mediante el despliegue de elementos que desborden el perímetro del vehículo como todos, dispositivos de nivelación, soportes de estabilización, tenderetes…. Por su parte, acampar solo está permitido en las zonas especialmente habilitadas para ello (campings o parkings) según la normativa de cada Comunidad Autónoma.
Además, siga siempre las ordenanzas municipales del lugar de estacionamiento o de acampada.
Como ocurre con los coches o las motos, lo primero es poner al día motor y batería porque si no funciona cualquiera de estos elementos no va a ser posible realizar el viaje. Respecto al motor habría que comprobar cuando fue la última vez que pasamos una revisión de cara a cambiar o no el aceite. Al margen de eso, habría que mirar también niveles de refrigerante, aceite, líquido de frenos, etc. Y respecto a la batería o baterías, si la autocaravana ha estado parada casi todo el invierno sin recurrir a un cortacorrientes sí convendría que en el taller comprueben el estado de las baterías ya que un fallo de este elemento nos puede complicar y mucho un viaje.
Otro punto clave que no podemos dejar de revisar es el estado de los neumáticos y su presión. Si un reventón en marcha ya es peligroso en un turismo, en una autocaravana puede llegar a ser incluso más delicado por tamaño, peso e inercias. Por eso si vamos a viajar con el aforo completo y la vamos a cargar a tope, convendría aumentar la presión de los neumáticos siguiendo las recomendaciones del fabricante. Y no olvide revisar los limpiaparabrisas y su líquido o las luces y los intermitentes.