Ráfagas peligrosas
- Adelantamientos, cruce con vehículos más grandes o salidas de túneles son solo algunas de las situaciones que se pueden complicar con la presencia de viento abundante.
01 diciembre 2022
En carretera, el viento es siempre molesto al volante. E incluso peligroso, ya que las ráfagas fuertes puede sorprendernos y desviarnos de nuestra trayectoria, especialmente si vienen de costado. Con viento fuerte debemos poner especial atención al realizar un adelantamiento, al cruzarnos con vehículos voluminosos y en lugares críticos como salidas de túneles.
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Principales riesgos
A empujones. El viento más peligroso es el que se presenta a rachas, por sorpresa: puede desestabilizar un vehículo y hacerle perder su trayectoria.
Por la izquierda
Mucha precaución cuando sopla del lado del conductor: al cruzarnos con otros vehículos, el efecto ‘vacío’ produce un peligroso desplazamiento lateral.
Por la derecha
Si el viento viene del lado del copiloto, el adelantamiento a un vehículo voluminoso ‘pantalla’ también puede complicar la maniobra.
Más despacio
Aminorar la velocidad es la primera medida a adoptar en estas circunstancias: así todo pasa más despacio, el vehículo es más controlable, para detenerse se necesitan menos metros y hay más capacidad de reacción.
Separación máxima
Ante la posibilidad de encontrarse con un golpe de viento, procure aumentar las distancias de separación frontal y también lateral con el resto de vehículos.
Potencia y control
Con marchas más cortas mantendrá la potencia suficiente para vencer la resistencia del viento.
Suavidad
Maneje el volante con mucha suavidad, pero al mismo tiempo con firmeza para hacer oposición a la fuerza del viento.
Circulando por carreteras en zonas boscosas o con vegetación, la presencia de hojas de los árboles caídas sobre el asfalto, algo aparentemente inofensivo, puede restar adherencia a nuestros neumáticos y convertir una frenada en derrape ya que mezcladas con el agua de lluvia, pueden resultar tan peligrosas y deslizantes como el hielo. Además, una cubierta de hojas sobre la carretera puede ocultar baches, agujeros e irregularidades del firme, ‘falsear’ los límites de la vía a los ojos del conductor y dificultar la percepción real de su anchura.