Cuatro mitos sobre los eléctricos
- Precio, impacto ambiental, autonomía e infraestructuras son las cuestiones que más dudas plantean
28 marzo 2023
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) indica que, aunque los electrificados solo representan un 8,8% del total, su incremento anual resulta notorio: solo en 2022 las ventas han crecido un 20% respecto al año anterior, lo que supone cerca de 85.000 vehículos nuevos.
Por tanto, hablamos de un producto que se va consolidando como alternativa de movilidad y que resulta familiar. A pesar de ello, persisten dudas, falsas creencias y mitos en torno a ellos.
Recientemente el medio sobre tecnología “Slash Gear” preguntó a sus lectores sobre sus preocupaciones al respecto. Las mayores resistencias se concentraban en su huella ecológica y en la escasez de puntos de recarga. Otros estigmas, en cambio, parecen decaer: la creencia de que hay menos variedad de modelos o las dudas sobre seguridad, por ejemplo.
Desde el área de vehículos eléctricos de Applus Idiada se apunta que "cualquier cambio suele provocar miedos y resistencias que se traducen en discursos que toman una pequeña parte de verdad para generar toda una teoría que, medianamente argumentada, genera estos “mitos” que se expanden más fácilmente que las teorías con base científica más complejas". La lista es larga, pero las principales críticas se pueden agrupar en estos puntos:
PRECIO. Es la principal barrera de acceso, pero según Luis Miguel Vitoria, cofundador de la empresa de formación y consultoría EVE (Expertos en Vehículos Eléctricos), “no tanto porque sean injustificadamente caros como porque la mayoría de los fabricantes han optado por vehículos de segmentos altos”. A ello se une la lentitud de las ayudas oficiales: "El Moves III aporta hasta 7.000 euros, pero es engorroso el trámite y se considera ayuda patrimonial, así que tiene su repercusión en el IRPF".
Para los ingenieros de Applus Idiada en un futuro próximo la diferencia de precio será imperceptible, entre otras cosas porque el del vehículo de combustión aumenta "por normativas de emisiones cada vez más estrictas. Se estima que adaptarse a la Euro 7 implicará un coste aproximado de 2.000 euros/vehículo (con motor de combustión o híbrido)”.
Capítulo aparte es el mantenimiento. Según la consultora especializada en automoción GIPA, el 44% de los conductores considera que el coste de mantenimiento o reparación es más alto que el de un coche gasolina o diésel. Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos de Norauto ve totalmente infundada esta creencia y afirma que "un coche eléctrico tiene menos piezas que un automóvil de gasolina o diésel y, por lo tanto, su mantenimiento es menor". Además, apunta que "los eléctricos tienen muchos menos fluidos que mantener que los de combustión interna".
MEDIO AMBIENTE. Tradicionalmente se ha contrapuesto el uso de energía limpia que hace el eléctrico con la huella que deja el conjunto de su fabricación. Un reciente análisis de National Geographic señalaba que todos los automóviles consumen mucha energía en su producción porque usan materiales como acero, caucho, vidrio, plásticos, pinturas, etc., aunque entre el 80 y el 90% de su impacto ambiental se debe al consumo de combustible y sus emisiones. Como argumentan desde Applus Idiada, el eléctrico permite anular tales emisiones, “sean de gas con efecto invernadero o de contaminantes. Quedan las partículas producidas en los frenos y en los neumáticos comunes a todo tipo de vehículos". Según el Fuel Institute, un vehículo con batería habrá producido hasta un 41% menos de emisiones después de 320.000 kilómetros.
Para Luis Miguel Vitoria, el mayor impacto ambiental está "en la producción de la batería, que necesita mucha energía para fabricarse", de ahí la importancia de hacerlo con energías limpias. Su ventaja es que “conserva un 75% de su capacidad útil tras ocho años y 165.000 kms. Además, se puede usar para almacenar la energía fotovoltaica producida por placas domésticas”.
AUTONOMÍA. Este aspecto tiene dos variables: la cantidad de energía que puede acumular y que se traduce en kilómetros recorridos por carga, y la supuesta pérdida progresiva de capacidad de almacenamiento. Sobre esto, desde Applus Idiada aseguran que "la futura regulación Euro 7 ha añadido un requerimiento de durabilidad" que exige a eléctricos e híbridos que garanticen hasta un 80% de la capacidad energética de la batería durante cinco años y un 70% a los siete.
Sobre la autonomía por carga, Vitoria explica que los nuevos ofrecen unos 400 km. lo que, "teniendo en cuenta que en Europa la media diaria que se recorre es de 70, con una sola carga da para 5-6 días".
INFRAESTRUCTURA. La escasez de puntos de recarga es otro de los mitos recurrentes, aunque en este caso hay datos que fundamentan este temor: según el Barómetro de Electromovilidad de ANFAC, en España hay unos 17.000 puntos de recarga de acceso público, muy lejos de los 45.000 que preveía el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2022. Aunque viendo que la previsión de turismos electrificados para finales del año pasado era de 120.000 pero el número real se quedó en 78.000, el déficit de estaciones de carga no se deja sentir tanto.
Los expertos admiten que “para el uso diario de coches eléctricos aún es recomendable tener la posibilidad de cargar o bien en casa o en el sitio de trabajo”, aunque con la salvedad de que los sistemas de carga se están haciendo más rápidos y eficientes. De esta forma, recurrir a los puntos públicos se convierte en una opción cada vez más atractiva. Vitoria explica que ya hay "de 200 kw en corriente continua, lo que significa que podemos llenar la batería del 10 al 80% en un tiempo que va de 20 a 40 minutos".
Otra derivada se refiere al riesgo aventurado por muchos de que un uso masivo pusiera en jaque la capacidad de producción de energía. Red Eléctrica (REE) lo desmiente al señalar que “por cada millón de vehículos la demanda del sistema se incrementaría en el entorno del 1%”.
Recientemente la empresa británica de alquiler de vehículos Leasing Options recopiló las cuestiones más singulares de sus clientes en relación con los vehículos eléctricos y sus respuestas al respecto. Algunas son para nota:
¿Puedes sentarte dentro mientras se cargan?
Están diseñados para transferir de manera segura niveles de alto voltaje y una alta corriente a la batería sin que nadie dentro esté en peligro.
¿Explotan después de un impacto?
Según una investigación de la australiana EV Fire Safe, hubo 14 explosiones de 2010 a 2020 en un mercado global de 10 millones de vehículos en uso.
En una tormenta, ¿atraerían los rayos?
Su configuración hace que la carga atraviese el cuerpo exterior y pase de forma segura al suelo, protegiendo al conductor y a los pasajeros.
¿Te puedes electrocutar?
Los componentes eléctricos están protegidos y si se detectara un fallo se detendría de inmediato cualquier flujo de electricidad a la batería.
¿Son seguros bajo la lluvia?
Incluso se pueden cargar mientras llueve porque están diseñados para resistir la intrusión de agua.
¿Pueden introducirse en un túnel de lavado?
Los sistemas eléctricos están sellados para evitar y resistir el agua, también en estas condiciones.