Atención y ¡buen viaje!
- Los vehículos cada vez son más seguros, pero no descuide la atención
01 junio 2023
Circular a la velocidad adecuada, mantener la distancia de seguridad, atender a las señales viarias y no perder de vista la carretera: esas son las claves. Se trata de circular de forma segura, con respeto hacia los demás usuarios de la vía y seguir principios tan básicos como el de adelantar sólo cuando es necesario y respetando la prioridad de paso. Cada vez se producen más movimientos durante la época estival y no podemos resignarnos a que esto suponga, de forma automática, un aumento del número de fallecidos en siniestros de tráfico. En el verano de 2022 murieron 225 personas en las carreteras españolas. La mayoría de esas muertes, el 63%, se produjeron por salidas de vía y colisiones frontales. Asumir la responsabilidad de reducir estas cifras, e incluso aspirar a un objetivo de cero fallecidos en nuestras carreteras, es responsabilidad de todos. Pero para conseguirlo es fundamental prestar toda la atención a la conducción durante el viaje.
LAS DISTRACCIONES, LEJOS DE LA CARRETERA
¿Somos conscientes de cuántos segundos se deja de mirar al frente debido a las distracciones al volante? ¿De cuántos metros de carretera se ‘pierden’ cada vez que la atención deja de centrarse en la vía? Un vehículo recorre 25 metros por segundo cuando circula a 90 km/h y 33 metros cuando lo hace a 120 km/h. Metros y metros de carretera a los que hay que sumar la distancia de frenado y
1. USO DE DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS. | Es uno de los motivos de distracción más comunes. Por su culpa, lo que debería ser una ayuda a la conducción se acaba convirtiendo en un riesgo. El uso del navegador, el reproductor de música, el aire acondicionado o cualquier otro aparato del vehículo debe quedar reservado para el acompañante (o cuando el coche esté detenido). No hay necesidad de ponerse en peligro. |
---|---|
2. COMER, BEBER O FUMAR | Cualquiera de estas acciones provoca que en algún momento una de las manos del conductor no estará sujetando el volante y podría considerarse incluso una conducción negligente. Lo ideal es aprovechar para hacer cualquiera de esas tres actividades en las paradas para descansar. |
3. EL MÓVIL, NI EN MANOS LIBRES | Incluso usando el manos libres el móvil reduce la capacidad de concentración cuando se está al volante. Algunos estudios señalan que, tras hablar más de tres minutos con el manos libres, los conductores no perciben el 40% de las señales, la velocidad baja y aumenta el tiempo de reacción. |
LA FATIGA, ENEMIGA DEL CONDUCTOR
Junto a las distracciones, el otro enemigo de la seguridad en la carretera es el cansancio. La recomendación de no ponerse al volante cansado y de parar como mínimo cada dos horas o cada 200 kilómetros en los trayectos largos no es gratuita: se calcula que entre un 20 y 30% de los siniestros de tráfico están relacionados con la fatiga.
Hay factores que pueden potenciarla y que van desde conducir con hambre o con sueño a hacerlo tras haber ingerido alcohol, una comida copiosa o mientras se padecen los efectos de una enfermedad o haber ingerido ciertos fármacos. También una mala ventilación del vehículo o una temperatura elevada en su interior, el mal estado del mismo (por ejemplo, unos amortiguadores deteriorados incrementan la fatiga) o un diseño poco ergonómico harán la conducción más difícil y, por tanto, pueden provocar mayor cansancio. Sin olvidar que las malas condiciones climatológicas o de la vía exigirán un mayor esfuerzo por parte quien conduce, incrementando su fatiga.
Cansancio y distracciones son los enemigos a batir durante el viaje, pero no los únicos. Incluso al bajarse del vehículo durante las paradas de descanso hay que mantener las precauciones. No hay que olvidar estar atento a la subida y a la bajada. Los pasajeros deben hacerlo preferiblemente por el lado de la acera o el lado más cercano al borde de la vía y no deben abrirse las puertas del vehículo hasta que no se esté totalmente detenido. Mayor atención requieren los pequeños de la casa, a los que habrá que ayudar para salir y entrar del coche, cuidando siempre que lo hagan con seguridad.
EFECTOS DE LA FATIGA | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
|
CÓMO ACTUAR EN CASO DE EMERGENCIA
Muy a pesar de cualquier viajero, las averías pueden producirse o darse la circunstancia de ser testigo de algún siniestro de tráfico e incluso de tener que atender a un herido. En estos casos, tan importante es prestar la ayuda necesaria como evitar ponerse uno mismo en peligro.
• En caso de avería lo principal es intentar que el vehículo no quede parado en medio de la vía o de la calzada. Si ésta se produce en una autovía o autopista, lo obligatorio es tratar de salir en la primera salida posible.
• En cualquier caso se debe señalizar la incidencia, ya sea con las nuevas balizas geolocalizadas V-16 o con los tradicionales triángulos. El vehículo debe permanecer con las luces de emergencia y de posición encendidas.
• No se debe salir del coche a no ser que sea seguro y al hacerlo todos los pasajeros deben llevar el chaleco reflectante puesto.
En las situaciones en las que debamos atender a un herido, se debe recordar la regla PAS (Proteger, Avisar, Socorrer) para saber qué hacer:
Proteja el lugar del accidente señalizándolo y protéjase usted evitando situaciones de riesgo en las que pueda ser víctima de un atropello. |
Avise a los servicios de emergencia y ofrezca toda la información posible. |
Socorra a los heridos. Como norma general no los mueva ni saque del coche. Permanezca cerca de los heridos y, solo si sabe hacerlo, practique los primeros auxilios. |
¿Se ha sentido mal por conducir con calor? Según un estudio realizado por la Fundación para la Seguridad Vial (FESVIAL), las altas temperaturas podrían aumentar entre un 15 y 25% la posibilidad de sufrir un siniestro ya que afectan de forma grave a la conducción. La estimación es que una temperatura de 35º en el habitáculo del vehículo podría significar el mismo peligro que conducir con una alcoholemia de 0,8 gr/l.
El calor aumenta la agresividad al volante y las infracciones, sobre todo por exceso de velocidad y, por supuesto, también favorece la aparición de fatiga y cansancio. Para evitarlo se recomienda una hidratación adecuada, realizar las paradas recomendadas y, si es posible, viajar en las horas de menor temperatura. También hay que evitar tanto el alcohol como comer en exceso o ingerir alimentos muy calóricos.