El vehículo conectado llega a las dos ruedas
- El objetivo es que las motos reciban información relevante para su seguridad en tiempo real.
06 julio 2023
Todo surgió como un reto. Cuando la empresa Livall anunció el lanzamiento de sus cascos MC1 y MC1 Pro en el CES –la Feria de Electrónica de Consumo– de Las Vegas (EE. UU.), Jorge Ordás, subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, lanzó el reto a esta empresa para que en un breve plazo de tiempo (antes de la Semana Santa de 2023) este casco estuviera conectado a la plataforma DGT 3.0. “Y acepté el reto”, explica Manuel Marín, cofundador y CEO de la empresa.
A partir de aquí, un trabajo de dos años de desarrollo por la dificultad de certificar mediante ECE-06 y DOT un proceso que Livall califica de “tan disruptivo”. Jorge Ordás perseguía “conseguir que las motos puedan recibir la información de la plataforma DGT 3.0 y que lo hagan por voz, a través del casco”. La razón es sencilla: “Así podremos eliminar sorpresas en carretera y la pérdida de atención que supone atender visualmente a un navegador”.
Y, como el mismo reto de Ordás indicaba, “será un paso importante en favor de un colectivo especialmente vulnerable como son los motoristas”. El resultado es un casco inteligente conectado a la plataforma DGT 3.0 a través de una tarjeta 4G y 5G y que, tras los test en un entorno real en carretera, debe estar comenzando la fase de fabricación y distribución masiva.
“Estamos muy ilusionados y con ganas de ver nuestro MC1 en carretera y fomentar la seguridad preventiva para 0 víctimas en carretera”. Las tarjetas integradas en el casco permiten el intercambio de datos y abren “un nuevo mundo de posibilidades", explican desde Livall.
"Entre ellas y la más importante actualmente, en caso de siniestro en carretera, DGT 3.0 emitirá una señal directa al casco de los motoristas más cercanos a la alerta, un aviso mediante comando de voz a todos los motoristas cercanos, informando del accidente a todos los usuarios para que puedan extremar la precaución”, aseguran.
Esto, en definitiva, ofrecerá a los usuarios de la vía conectados “información del tráfico en tiempo real”. Gracias a ello, “la movilidad por carretera será mucho más inteligente, eficiente, sostenible y, ante todo, segura. Se salvarán vidas, habrá menos atascos, se llegará antes al destino y, como usuarios, podremos ser más certeros a la hora de buscar aparcamiento”.
“Este es solo el primer paso –señala Manuel Marín, CEO de Livall– hacia una nueva movilidad definida por el vehículo autónomo y conectado. Estamos en un continuo proceso de transformación hacia la movilidad sostenible, eficiente e inteligente; por ello hemos acentuado la importancia de la seguridad preventiva para que no tenga lugar el accidente. Nuestro objetivo es comercializar este producto en 2023 y que España abra camino en la gran innovación que supone el primer casco inteligente y conectado”.
Este casco inteligente –que comenzará a venderse en España en 2023– está fabricado en fibra de vidrio, pesa 1,4 kilos, dispone de aislamiento térmico y acústico y cuenta con la certificación y homologación ECE 22.06 y DOT. Además, incorpora tres niveles de seguridad. El más importante es la iluminación inteligente que ofrece una visibilidad de 360 grados al resto de conductores e incorpora luces de posición para incrementar la visibilidad y luz de freno en la parte trasera del casco en forma de V. El segundo nivel se basa en un sistema de comunicación por Bluetooth, altavoces integrados en el interior y un micrófono con reducción de ruido frente al viento. Así, el casco se puede conectar al móvil y proporcionar información de tráfico mediante voz. Incluye un sistema SOS que, en caso de caída, facilita la localización GPS en 90 segundos –la persona elige hasta cinco contactos a los que se enviará un mensaje SOS, para que lo comuniquen a los servicios de emergencia– si el usuario no se mueve o cancela la señal de emergencia. También incluye comunicación en modo walkie-talkie con otros moteros para avisar de cambios de dirección en un radio de hasta 1,3 kilómetros. El tercer nivel de seguridad es la cámara incorporada en el frontal del casco que dispone de 120º para grabar en Full HD hasta 32 horas de vídeo.