Así se debe arrancar el coche en invierno
- Si el coche no arranca a la primera, no se debe obligar el arranque más de cinco segundos
19 diciembre 2023
Proteger nuestro vehículo de las bajas temperaturas es fundamental en invierno. Además, estos cuidados también permiten arrancar el vehículo de la mejor manera posible dadas las circunstancias. Con estas claves, el arranque será menos traumático y no pondrá al límite a tantos y diferentes sistemas del coche.
Lo principal, mimar la batería
En invierno y con bajas temperaturas, la batería tiene que hacer un esfuerzo extra a la hora de arrancar y para mantener algunos elementos eléctricos encendidos, como los hilos radiantes de los cristales traseros o los asientos calefactables, si el coche los lleva. Por eso conviene confirmar que está en buenas condiciones. Para evitar un sobreesfuerzo de la batería a la hora de arrancar, debemos apagar todos los sistemas a bordo y aquellos elementos que le puedan quitar energía, como la radio, la calefacción, etc.
Asimismo, mantener las luces apagadas mientras se arranca puede resultar crucial, ya que son uno de los elementos que más energía consumen. Si se cuenta con volante o asientos calefactables, que son también sistemas con un alto consumo de electricidad, hay que apagarlos antes de arrancar, aunque en la mayoría de los vehículos no se pueden encender hasta que el contacto está puesto. En ese caso, hay que esperar a que el coche tenga el motor en marcha.
Si la temperatura exterior es extremadamente fría, otro buen truco para que la batería haga su trabajo lo mejor posible es calentarla previamente. ¿Cómo? Pues se puede utilizar desde un secador de pelo (no se debe acercar a menos de 10 centímetros), hasta poner agua caliente en una bolsa o paños calientes (se pueden calentar en el microondas) y colocarlos encima de la batería un ratito antes de arrancar (con 15 minutos debería ser suficiente).
Por supuesto, hay que tener cuidado de no poner paños húmedos sobre los contactos de la batería. En cualquier caso, no hay que mojar la batería, acercar fuego o alguna llama ni superar la temperatura máxima permitida por la misma.
Mantener la batería cargada es también muy importante, casi lo que más. Si está a medias, sería buena idea utilizar un cargador para restaurar su carga al tope.
• PISAR EL EMBRAGUE A FONDO ANTES DE ARRANCAR. Evidentemente, si el coche tiene cambio manual. Con esto, se desacopla la transmisión y el motor de arranque debe hacer menos esfuerzo, aunque el coche esté en punto muerto.
• NO MANTENER EL GIRO DE LA LLAVE MUCHO TIEMPO. Si no arranca a la primera, no se debe obligar mucho más de cinco segundos, ya que se fuerza mucho la batería y el motor de arranque. Hay que esperar unos 20 segundos para intentarlo de nuevo y dejar a la batería que recupere su energía.
• ENCENDER LOS CALENTADORES DE LOS DIÉSEL dos o tres veces antes de arrancar. Se debe poner el contacto hasta que se apague la señal de los calentadores, apagar y volver a encender solo el contacto, varias veces, para que estas piezas hagan bien su función y asegurarse de que están a la temperatura correcta.
• APARCAR EL COCHE EN UN SITIO RESGUARDADO. Estacionar en un garaje sería lo ideal en invierno, pero si no se puede, hacerlo en un lugar que esté resguardado del viento (o al menos que no le dé de lleno en el frontal). Esto hará que el coche no esté tan frío. Lo mismo si se aparca debajo de una farola. Esta fuente lumínica también evitará que el coche esté más frío. Poner alguna manta, si se puede, encima del capó, tampoco es mala idea, porque todo el vano motor ganará algún grado más que puede resultar esencial a la hora de arrancar.
• DAR GOLPES EN EL CAPÓ. Este último consejo sirve para hacer huir a algún gato o cualquier otro animal que se haya escondido en el vano motor, buscando su calor cuando se aparca. Porque al arrancar, la correa o cadena le puede pillar al girar y hacerle bastante daño.
Si el coche ya ha arrancado lo recomendable para mantener el buen estado del vehículo y todos sus elementos es esperar dos o tres minutos antes de empezar la marcha. Mientras se calienta, y si los cristales están llenos de escarcha, un poco de alcohol será bueno para ayudar a quitarlo. Si no se tiene una rasqueta, cualquier tarjeta de crédito realizará también esta función. Si están empañados por dentro, lo que mejor funciona no es el aire caliente o frío, sino el aire seco; es decir, hay que encender el aire acondicionado y dirigir la salida de las toberas hacia los cristales, sobre todo el delantero. Pero es muy importante que esto se haga una vez arrancado el coche, ya que el compresor del climatizador es uno de los elementos que más energía consumirá.
Y, por último, pero no menos importante, en días de heladas fuertes no se debe lavar el coche. El agua remanente puede que se transforme en hielo y tapar algunos elementos importantes, como las cerraduras de las puertas. Ya sí, una vez en marcha, se debe accionar el acelerador con mucha suavidad y sin superar las 2.000-2.500 rpm hasta que el agua del motor alcance los 80-90 grados de temperatura. Este simple gesto alargará la vida del motor y en particular del turbo si el coche lo lleva.