Seguridad Vial para el invierno
- Durante el otoño y el invierno, es más frecuente que nos sorprenda en la carretera una lluvia fuerte o alguna nevada.
18 diciembre 2025
Los meses más fríos del año complican la conducción debido a la sucesión de fenómenos meteorológicos adversos. Durante esta época del año, en la que los días son más cortos y hay menos luz, es más fácil que nos sorprenda en la carretera una tormenta con una fuerte lluvia o que un vendaval nos obligue a extremar el control sobre el vehículo. Por eso, vamos a recordar algunos consejos para que podamos conducir con seguridad durante los próximos meses.
Lluvia: lo más frecuente
Este fenómeno atmosférico no sólo tiene un gran impacto en el tráfico (aumentan los atascos e incidentes), sino que también es el más habitual. Igualmente nos obliga a circular con más atención y prudencia. Cuando la carretera está mojada, los neumáticos pierden adherencia, por lo que, ante un imprevisto, necesitaremos más distancia para frenar. Además, la humedad también puede afectar al funcionamiento de las pastillas de freno. Cuanto más fuerte es la lluvia, menos adherencia tienen los neumáticos. También debemos prestar mucha atención a esas primeras gotas que nos cogen desprevenidos, ya que, al mezclarse con el polvo y la grasa del asfalto (y también con las hojas que caen de los árboles), hacen que el pavimento se vuelva muy deslizante.

Cómo actuar. Reduzca la velocidad, aumente la distancia y evite los acelerones y frenazos. Es fundamental asegurarse antes de viajar de que las luces, los limpiaparabrisas y la luneta térmica funcionan correctamente.
Datos. En 2024, se registraron 3.397 siniestros con víctimas debido a lluvias fuertes o débiles, de los cuales 65 provocaron víctimas mortales. En total, fallecieron 72 personas.
Hielo y nieve: el riesgo está en el blanco
Cuando bajan mucho las temperaturas, nos puede sorprender una nevada o pueden aparecer placas de hielo en la carretera. Ambas cosas resultan muy peligrosas. En el caso de la nieve, con los primeros copos, el asfalto se vuelve muy resbaladizo. Al aumentar su intensidad, se ocultan las señales y demás marcas viales, por lo que la circulación se vuelve más peligrosa. Si no aminora la nevada, no podremos circular sin cadenas o neumáticos de invierno. En cuanto al hielo en el asfalto, la adherencia de los neumáticos es crítica (menor incluso que sobre la nieve). Además, es un peligro difícil de detectar a simple vista. Suele formarse en zonas de sombra, resguardadas, con alta humedad u orientadas al norte. En cualquier caso, se debe extremar la precaución cuando la temperatura descienda por debajo de 3ºC.

Cómo actuar con nieve. Encienda las luces de cruce, reduzca la velocidad y aumente la distancia de seguridad. Además, circule por las rodadas de otros vehículos, evite manejar el volante con brusquedad, no acelere de forma brusca y suelte suavemente el pie del embrague.
Cómo actuar con hielo. Es difícil mantener el control del vehículo cuando nos encontramos una placa de hielo. Reduzca lo máximo posible la velocidad, intente mantener la trayectoria y no frene ni mueva el volante ni acelere o desacelere con brusquedad. Recuerde que los demás vehículos pueden estar en la misma situación que usted.
Datos. En 2024, se registraron 107 siniestros con víctimas debido al granizo o la nieve, en 2 de los cuales se produjeron víctimas mortales. En total, fallecieron 2 personas.
Viento: el peligro invisible
Cuando vamos conduciendo, las rachas de viento resultan muy molestas porque pueden desestabilizar el vehículo y desviarle de su trayectoria. Cuando sopla del lado del conductor (izquierda), puede provocar un peligroso desplazamiento lateral al cruzarnos con otros vehículos (efecto vacío). En cambio, si viene por el lado del copiloto (derecha), adelantar a un vehículo voluminoso puede resultar una maniobra muy complicada (efecto pantalla). Con viento fuerte, debemos prestar atención a tres momentos clave: al realizar un adelantamiento, al cruzarnos con vehículos de gran tamaño y en determinados puntos críticos como las salidas de los túneles o al sobrepasar edificios altos.

Cómo actuar. Aminore la velocidad, aumente la distancia tanto lateral como frontal con el resto de los vehículos, utilice marchas cortas (tendrá más potencia ante la resistencia del viento) y maneje el volante con suavidad, pero con firmeza.
Datos. En 2024, se registraron 200 siniestros con víctimas debido al viento, de los cuales 2 fueron con víctimas mortales. En total, fallecieron 2 personas.
Niebla: cuando no se ve
unque no es una incidencia climatológica muy frecuente (salvo en algunos tramos de carretera ya identificados), sí es una de las más peligrosas porque reduce de forma drástica la visibilidad del conductor. Además, con niebla, el asfalto se humedece, por lo que se vuelve más resbaladizo. Y si las temperaturas bajan mucho, pueden aparecer incluso algunas placas de hielo. Para evitar alcances inesperados, hay que extremar la atención si nos sorprende un banco de niebla en la carretera.

Cómo actuar. Encienda las luces de cruce y las antiniebla delanteras (las traseras si la niebla es muy densa), adecúe la velocidad a la visibilidad que tenga y no frene de forma brusca. Circule por la derecha, siga las marcas viales y preste mucha atención a los demás usuarios, especialmente si son vulnerables (motos, ciclomotores, peatones o bicicletas). En las vías convencionales de doble sentido, se desaconsejan los adelantamientos (están prohibidos cuando la visibilidad es muy reducida). Recuerde, si la niebla es muy cerrada, abandone la vía y espere a que despeje.
Datos. En 2024, se registraron 1.004 siniestros con víctimas debido a la niebla, de los cuales 20 fueron con víctimas mortales. En total, fallecieron 24 personas.
Cuando la nevada es muy copiosa, deben intervenir los servicios de emergencia y limpieza para evitar que se bloqueen las carreteras. Agilizar estas tareas es el principal objetivo de una de las modificaciones del Reglamento General de Circulación (RGC) sobre las que está trabajando la Dirección General de Tráfico y que ya hemos recogido en estas páginas con anterioridad (Tráfico y Seguridad Vial, nº 269).
Una vez que se apruebe esta reforma del artículo 31 del RGC, en autopistas y autovías y ante la presencia abundante de nieve o hielo, no sólo estará prohibido adelantar, sino que será obligatorio circular por el carril derecho, dejando libre el izquierdo para que puedan circular las máquinas quitanieves y los vehículos de emergencia.
De esta forma, se quiere facilitar el trabajo de los servicios de mantenimiento de la vía y garantizar que la circulación puede desarrollarse en unas condiciones óptimas ante estos fenómenos meteorológicos adversos.






