Conducir con cannabis
- Tras el alcohol, el cannabis es la droga que aparece con más frecuencia entre los conductores
11 agosto 2015
La lucha para evitar que se conduzca tras haber consumido drogas es prioritaria en la mayoría de países desarrollados y, en particular, en España. El alcohol es la droga que mayores estragos genera en la carretera; y tras éste, el cannabis (porros, marihuana...) es la droga que aparece con más frecuencia en conductores.
Recientemente, la DGT ha llevado a cabo un estudio a nivel nacional para conocer la prevalencia de conducir con presencia de drogas en el organismo. El 3,2% de los conductores ha dado positivo a cannabis en controles de carretera, y los positivos son más frecuentes en los grupos de edad más jóvenes y en especial entre 18-20 años (ver infografía).
Comparado con el anterior estudio de prevalencia (2008), se observa un notable descenso, que supera el 2%, en la prevalencia de positivos a cannabis (casos solo positivos a cannabis sin otro tipo de droga, ni alcohol). Esta mejoría podría deberse en parte a la mayor sensibilización de los conductores hacia las drogas y la conducción, y al hecho de que se estén realizando controles de forma rutinaria.
control de drogas en carretera. La policía con competencias en el tráfico utiliza dispositivos que permiten detectar en saliva diversos tipos de drogas, entre las que se encuentra el cannabis o THC. En la actualidad, los laboratorios de toxicología son capaces de detectar, tanto en sangre como en saliva, la sustancia activa del cannabis ( THC o 9 tetrahydrocannabinol). Y cuando es detectada, podemos afirmar que la persona conducía con presencia de THC, ya que en estos medios –sangre y saliva– se detecta el consumo reciente.
El THC se metaboliza en muchas sustancias, que se pueden encontrar en otros medios biológicos (orina, sudor, pelo...) pero la detección en estos casos no informa de consumo reciente, ya que algún metabolito se elimina por orina o permanece en el pelo durante mucho tiempo. Los controles de drogas en orina indican que la persona consumió cannabis, y, por tanto, son útiles en otros campos –por ejemplo para ver si un paciente se mantiene sin consumir–. Como ya hemos señalado, a nivel internacional la saliva es la matriz que se utiliza cada vez más para valorar si se está conduciendo con presencia de esta u otras drogas.
Lo que conocemos del cannabis es que no sólo produce importantes efectos sobre la conducción, deteriorando elrendimiento psicomotor, sino que conducir con su presencia en el organismo se asocia a un mayor riesgo de accidente de tráfico. Y esto es lo que justifica la realización de controles en carretera y la sanción a las personas que conducen con presencia de cannabis: están haciendo inseguras las vías públicas.
En los últimos años se ha empezado a hablar de un grupo muy heterogéneo de sustancias llamadas cannabinoides sintéticos. El cannabis se une a determinadas estructuras de nuestro organismo (receptores) y, a través de ellas, realiza sus efectos. En las últimas décadas se han elaborado distintos compuestos químicos para conocer estos receptores y sus funciones. El fin principal ha sido buscar posibles efectos terapéuticos a través de la estimulación del sistema cannabinoide endógeno. Ninguna de estas sustancias se comercializa por sus importantes efectos no deseables en terapéutica. Quizás en un futuro habrá fármacos con usos terapéuticos pero sin efectos conductuales.
En los últimos 10 años estas sustancias han empezado a usarse con fines de abuso. Se dice que son más potentes que el cannabis, pero sin sus efectos perjudiciales. Es falso: son más potentes, pero también tienen muchos efectos perjudiciales. Las autoridades están advirtiendo del riesgo para la salud y, más recientemente, de su implicación en accidentes de tráfico.
Un motivo para su consumo es creer que no se detectan en los controles analíticos: falso. Se detectan y los laboratorios toxicológicos acreditados lo pueden hacer.
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