Un carril, dos maniobras
- En 2020 hubo 87 víctimas en accidentes en carriles de trenzado
29 junio 2022
En algunas vías, especialmente en las autopistas y autovías, existe un tipo de carril que unifica un carril de aceleración y uno de deceleración: los carriles de trenzado.
Estos carriles se instalan en tramos de vía donde, por falta de espacio, no es posible construir entradas y salidas independientes. Su longitud efectiva máxima es de 1.500 metros –según establece la normativa técnica– y en ellos confluyen vehículos procedentes de “dos flujos distintos de tráfico del mismo sentido”.
Es decir, dentro del mismo espacio, los vehículos realizan maniobras de entrada y salida de la vía. En esta especial característica, el cruce de distintas trayectorias, radica la complejidad para circular.
En 2020 hubo 57 accidentes con 87 víctimas en los carriles de trenzado en vías interurbanas, con dos fallecidos, cinco heridos graves y 81 heridos que no requirieron hospitalización.
“Las colisiones laterales y los alcances son los siniestros más frecuentes en este tipo de carriles. Se producen por el cruce de trayectorias de vehículos que circulan en el mismo sentido, realizando maniobras distintas: unos se incorporan a una vía principal (aceleran) y otros van a salir de la misma (y reducen su velocidad)”, explica Sheila Ferrer, del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT.
Entrada y salida.
Así pues, ¿cómo debe comportarse un conductor que accede a un trenzado? Si va a incorporase a la vía principal, actuará igual que en cualquier carril de aceleración convencional, progresivamente y respetando la señalización y la prioridad de los que ya circulan por ella (ver recuadro).
En el caso contrario, cuando el conductor pretende seguir adelante sin abandonar el carril de trenzado, este tiene prioridad sobre aquellos que salen de la autovía/autopista, aunque deberá facilitarles la salida en la medida de lo posible.
Manteniendo en todo momento la máxima atención, a una velocidad adecuada a la señalización y las circunstancias –el carril puede estar muy transitado en ese momento–, y con una distancia de separación segura respecto a los vehículos que se incorporan.
Además, es frecuente que en las horas punta el tráfico de vehículos en direcciones opuestas sea muy denso en estas vías:
“En un carril de trenzado saturado, además de aplicar con rigor las reglas clásicas de seguridad –observar, señalizar, adaptar distancias y velocidades–, debemos aplicar otra regla, tan importante como las mencionadas, como es la cortesía, facilitando siempre que sea posible las maniobras que pretendan hacer los otros conductores. De esta manera contribuiremos a dar seguridad y fluidez a la circulación, y resolveremos antes las situaciones conflictivas”, explican desde el área de Formación de Conductores de la DGT.
En una autovía con carril trenzado dos vehículos circulan en paralelo y ambos pretenden desplazarse lateralmente hacia lados opuestos: el coche verde a la derecha abandona el trenzado para incorporarse y el azul, a la izquierda, pretende salir de la autovía. ¿Cuál de ellos tiene prioridad?
En esta situación se aplican dos normas que obligan a ceder el paso, tanto al que se incorpora (art. 72 Reglamento General de Circulación) como al que cambia de carril con un desplazamiento lateral (art. 74.2).
Por tanto, deben cederse el paso mutuamente. Así, el conductor que abandona la autovía levantará el pie del acelerador para situarse detrás del que entra que, a su vez, acelera ligeramente para tomar la delantera. La educación y el sentido común evitarán cualquier conflicto de prioridades.