Intermitentes: siempre imprescindibles (y obligatorios)
- “La omisión o el uso inadecuado de los indicadores puede provocar situaciones de conflicto y accidentes, más en una maniobra como el adelantamiento en la que son fundamentales", Juan Ignacio Serena, DGT.
14 diciembre 2022
Los intermitentes son fundamentales para la seguridad durante la circulación y a lo largo de la vida útil de nuestro vehículo podemos llegar a utilizarlos más de 200.000 veces. Su uso correcto evita alcances, atropellos y otros siniestros en la vía.
Aún así, los conductores no siempre los usamos de forma correcta, o en los momentos necesarios, quizá porque no valoramos la importancia real de señalizar las maniobras que vayamos a realizar. Así lo reflejan, por ejemplo, consultas y quejas en cartas de lectores desde hace años. De hecho, la DGT lanzó el pasado mes de noviembre una nueva campaña de sensibilización para el uso de estos indicadores con el lema “Mil maneras de decirlo. Utiliza los intermitentes”.
“Con independencia de que es obligatorio señalizar las maniobras, es muy importante usar los indicadores de dirección cuando conducimos. Las advertencias ópticas son el principal medio para comunicarnos con el usuario de la vía. Sin ellos, la convivencia es complicada”, explica Juan Ignacio Serena, jefe de Sección del Área de Formación de Conductores de la DGT.
Según el informe “Observatorio sobre el comportamiento de los conductores 2022”, elaborado por Autopistas, “solamente el 33% de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento y el regreso al carril de origen”, algo que no ocurre con tanta frecuencia con los de vehículos pesados, cuyos conductores son “más rigurosos”, explica el informe.
“La omisión o el uso inadecuado de los indicadores puede provocar situaciones de conflicto y accidentes, más en una maniobra como el adelantamiento en la que son fundamentales. Siempre hay que usarlos con suficiente antelación, en función de la situación y la velocidad del vehículo y del tipo de maniobra. Y respetar la regla fundamental de seguridad RSM (Retrovisor-Señalizar-Maniobra, en ese orden): de nada sirve poner el intermitente a la vez que giramos o cambiamos de carril. Lo único que haremos sorprender, provocar situaciones de riesgo o incluso desencadenar un accidente”, destaca Serena.
Las maniobras en las que los indicadores de dirección son obligatorios por norma e imprescindibles para evitar conflictos son estas:
• Cambios de carril. Los cambios de carril, al igual que los giros, los cambios de sentido y los adelantamientos, son maniobras en las que se aplica la regla de seguridad RSM (Retrovisor, Señal, Maniobra). Antes de realizar un desplazamiento lateral es necesario comprobar en los retrovisores que es posible moverse con seguridad. E, inmediatamente después, activar los intermitentes para no sorprender a otros usuarios de la vía. Una señalización que en moto y ciclomotor, más ágiles pero también más e inestables, es especialmente necesaria.
• Giros y cambios de sentido. Dos maniobras en las que siempre debe sonar el ‘tic-tac’ e iluminarse la flecha verde en el tablero. Y debe hacerse antes de reducir la velocidad: primero indicador, después freno. Hacerlo al revés –freno primero, indicador después– puede sobresaltar al conductor de atrás e impedirle mantener la distancia. Con un riesgo añadido si el giro es en carretera, donde las velocidades son considerablemente más altas.
• Adelantamientos. También en esta maniobra es capital activar los indicadores. Cuando adelantamos, la forma más recomendable de señalizar, con antelación, cada desplazamiento lateral cuando nos movernos de un carril a otro para que os conductores que circulan por detrás y de frente –si es en vía de doble sentido– conozcan nuestras intenciones.
• Glorietas. Muchos incidentes de tráfico en rotondas ocurren a causa de una señalización incorrecta o a destiempo de los conductores. Dentro de la glorieta es fundamental –también obligatorio– advertir con el intermitente, ya sean los cambios de carril dentro de la rotonda como las salidas de la misma, para no sorprender ni a los conductores que circula detrás ni a los que accede na la rotonda. En cambio, cuando se continua circulando dentro de la glorieta, sin intención de cambiar de carril ni de salir, es incorrecto mantener activado el indicador.
• Incorporación a la circulación. Otra de las maniobras que requiere activar los intermitentes son las incorporaciones, ya sean una a la circulación desde un estacionamiento, o la entrada o salida a autovía, autopista o carretera convencional desde otra vía. Además, señalizar correctamente la incorporación a una vía, permite facilitar la maniobra a todos los conductores que ya circulan por ella, por ejemplo, cambiado de carril (siempre que sea posible) o disminuyendo la velocidad con antelación para dar espacio al vehículo que se incorpora.
• Estacionamientos. Cuando vayamos a realizar un estacionamiento, una parada o una detención, lo advertiremos con antelación activando el intermitente hacia el lado donde vamos a quedar detenidos. Así, reducimos el riesgo de alcance si el vehículo de atrás está demasiado cerca y contribuimos a la fluidez de la circulación, pues damos oportunidad al que circula detrás de adelantar y no quedar también detenido.
Adelantamiento: señalizar no da prioridad
El intermitente es solo una ‘declaración de intenciones’: cuando lo usamos debemos seguir respetando las prioridades. Es un error frecuente entre los conductores pensar que activar los indicadores de dirección da prioridad para invadir el carril contiguo en una maniobra. Y no es así. El intermitente solo informa al resto de usuarios y nunca otorga prioridad a quien lo usa, excepto en una situación: cuando dos vehículos en el mismo carril señalizan la intención de adelantar y el que cicula detrás no ha iniciado la manibra, el indicador sí da prioridad al que va delante.
El adelantamiento es un clásico entre las maniobras donde el uso del intermitente resulta más importante y menos se utiliza. Según el informe “Observatorio sobre el comportamiento de los conductores 2022”, siete de cada diez conductores de vehículos ligeros ‘pasan’ de utilizar el el intermitente cuando adelantan.
La tecnología también ha contribuido a mejorar la señalización visual en los vehículos. Uno de los asistentes obligatorios desde julio pasado, el Sistema de Alerta de Cambio Involuntario de Carril, ‘obliga’ al conductor a usar el intermitente en los cambios de carril ya que, de no hacerlo, el volante ofrece resistencia y el conductor recibe una advertencia acústica.Por otro lado, muchos modelos modernos equipan intermitentes dinámicos, que se iluminan de forma progresiva y lineal desde el interior al exterior –en lugar hacerlo de una vez como los intermitentes convencionales– y dan mayor visibilidad a la señalización de cada maniobra.