“Los tratamientos por COVID pueden presentar efectos adversos”
- "Al subir al coche es muy importante dejar de lado los problemas laborales y económicos que haya causado la pandemia y centrarse en la conducción"
28 julio 2020
¿La COVID-19 afecta a la vuelta a la conducción en la “nueva normalidad”?
Los conductores vuelven a utilizar el vehículo como herramienta de movilidad y será interesante que, durante los primeros meses de “nueva normalidad”, sean conscientes de que la incorporación a la conducción debe ser progresiva, teniendo en cuenta que el Estado de Alarma ha modificado nuestras capacidades para conducir, en mayor o menor medida. Como decía Jansen, “el conductor que es consciente de un probable déficit funcional, adapta su comportamiento vial al mismo”, y esto fundamental para prevenir situaciones de riesgo.
¿En qué medida se puede ver afectada nuestra seguridad?
Diferenciamos dos grupos de conductores en cuanto al riesgo. Por un lado, los que no han padecido COVID-19 y solo han sufrido el confinamiento y un largo período sin conducir; y aquellos que la han sufrido con mayor o menor gravedad y que en la mayoría de casos sufren secuelas. El conductor que solo ha sufrido el confinamiento, debe tener presente que la vuelta a la conducción debe ser progresiva, evitando prolongados períodos al volante para reducir el riesgo de accidente. Al final es como el que practica un deporte y tras 3 meses de inactividad, al retomarla de nuevo: lo hará de manera progresiva para evitar lesiones. No olvidemos que la conducción requiere una capacidad atencional y una respuesta motora (neuromuscular) que permita una toma de decisiones y un tiempo de reacción adecuados.
Aparte de esta readaptación y normalización de la conducción, la pandemia también ha generado problemas laborales, económicos, sociales e incluso familiares y tendrá influencia sobre la capacidad atencional, mientras conducimos. Por ello, al subir al coche es muy importante dejar de lado esos problemas y centrarse en la conducción.