Las averías crecen un 18% en 2017
- Las baterías, los neumáticos, los accidentes de circulación y los problemas relacionados con el motor volvieron a ocupar las primeras posiciones en cuanto a los motivos de necesidad de ayuda.
02 febrero 2018
Según el Barómetro de las Averías 2017 que publica el club automovilístico RACE, ha crecido el número de expedientes respecto a 2016 un 18%. En total 1.488.227 asistencias en carretera, frente a los casi 900.000 de 2016. La falta de mantemiento, el constante aumento de la edad media del parque automoviísitico y la falta de inversión en infraestructuras han sido los principales motivos de la existencia de averías.
Motivos de la ayuda
Según el Barómetro de Averías, las baterías, los neumáticos, los accidentes de circulación y los problemas relacionados con el motor volvieron a ocupar las primeras posiciones en cuanto a los motivos de necesidad de ayuda.
Las baterías han vuelto a ser las principales protagonistas, con un número de asistencias que ha superado las 165.000 a pesar de reducirse un 4,7% respecto a 2016. A pesar de esa caída porcentual, las incidencias con las baterías siguen doblando a la segunda causa de necesidad de asistencia, los problemas con los neumáticos del vehículo se incrementan un 5,5% respecto a 2016. Tras ellos, los accidentes de tráfico, los fallos en el motor, averías de la bomba o inyectores diésel, el alternador, el motor de arranque, el disco y el cable del embrague y el cambio de marchas manual, entre las averías más recurrentes.
Falta de mantenimiento y antigüedad
El constante incremento de asistencias de carretera del RACE encuentra su primera causa en el mal mantenimiento general que los usuarios le dispensan a sus vehículos, especialmente a la hora de ser puntuales con las revisiones periódicas y de asegurarse del buen estado del coche antes de realizar un desplazamiento largo por carretera.
El otro gran factor de riesgo para que un conductor acabe necesitando una asistencia es el aumento reiterado de la edad media del parque automovilístico en España. La falta de inversión en infraestructuras y el mal estado de algunas carreteras también influyen en que se acorte la vida útil de muchos de los componentes mecánicos del coche.
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Comprueba los niveles del vehículo (aceite y anticongelante del radiador), batería, neumáticos (presión y banda de rodadura), y sistemas de limpiado (escobillas y líquido limpiaparabrisas). Chequea los elementos obligatorios como triángulo de emergencia y chaleco reflectante, así como gato, herramientas, fusibles de repuesto, bombillas…
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Programa el viaje y evita las horas de posibles congestiones.
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Descansa antes de salir. Si te pones de viaje después de una jornada laboral, vas a conducir muy fatigado, aumentando el riesgo de accidente. Y reparte la carga de forma homogénea, asegurándote que no dejas objetos sueltos que pueden salir despedidos en caso de frenazo o impacto. Tampoco los animales deben viajar sueltos.
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No realices una conducción continuada durante mucho tiempo. Descansa cada dos horas o 200 kilómetros como mucho.
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Nunca bebas alcohol si vas a conducir, respeta las normas y dispón de sistemas de retención para todos los ocupantes SIEMPRE.
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Mantén siempre la distancia de seguridad, circula siempre por tu derecha, excepto para adelantar, volviendo lo antes posible a este carril. Anticípate a las posibles situaciones de peligro con tiempo suficiente, e indícalo al resto de los conductores.
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Recuerda que al final de los trayectos aumenta el riesgo: fatiga acumulada del viaje, ganas de llegar al destino, posibles retenciones en las entradas, noche…
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No descuides nunca tu seguridad, ni siquiera en los recorridos cortos, por mucho que conozcas la carretera: muchos accidentes se producen en el destino, en pequeños recorridos donde nos confiamos, y donde el peligro siempre está presente.
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Si vas a conducir de noche, debes ser consciente de la fatiga provocada por la carga de atención que supone una menor visibilidad. Revisa los faros, adapta su altura a la carga del vehículo, y aumenta la distancia de seguridad. Ante el primer síntoma de cansancio, para y descansa el tiempo necesario.
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En caso de observar o sufrir un accidente, recuerda la conducta PAS: protegerte de nuevos riesgos, avisar a las emergencias y socorrer a los heridos en los casos de extrema gravedad.