Los vehículos de Eduardo Barreiros en el Jarama
- Dodges, Symcas, así como diferentes tractores, furgonetas y camiones que salieron de la empresa de Barreiros, circularon por el trazado del circuito madrileño.
18 junio 2019
En la cuarta edición del Jarama Classic se ha conmemorado el centenario del nacimiento de Eduardo Barreiros, una figura indispensable en el mundo del motor en España en el siglo XX. Su fundación, encabezada por su hija, Mariluz Barreiros, ha presentado un museo, un desfile con cerca de dos centenares de vehículos con motores Barreiros.
En la presentación contó con la presencia del director general de Tráfico, Pere Navarro, quien declaró que "la historia de la automoción actual no se entiende sin la figura de Eduardo Barreiros. Fue el impulsor del gran salto adelante del sector de la automoción en España”. "Fue un adelantado a su tiempo, una persona que con su iniciativa y coraje contribuyó de manera decisiva a una industria que hoy supone el 10% de nuestro PIB", dijo Carmelo Sanz, actual presidente del Real Automóvil Club de España (RACE). Emilio de Villota, expiloto de Fórmula 1, y otra de las personalidades que asistieron a la presentación, le describió como "un visionario y un formidable empresario".
Presidenta de la Fundación Eduardo Barreiros, Mariluz Barreiros, junto al director general de Tráfico, Pere Navarro
España, país de automoción
Fragmento del documental "España, país de automoción", dedicado a Eduardo Barreiros.
Eduardo Barreiros fue uno de los empresarios españoles más representativos de los "años del desarrollo". Partiendo de un pequeño taller en Orense, fue capaz de levantar un gran complejo industrial empresarial que contribuyó decisivamente a la motorización de España, junto con sus hermanos Valeriano, Graciliano y Celso y un excelente grupo de colaboradores. Llegó a dar trabajo directo a más de veinte mil personas. Fabricó motores, camiones de pequeño, medio y gran tonelaje, autobuses y tractores.
El motor diésel llegó a ser para los españoles sinónimo de Barreiros, y ello a pesar de la hostilidad de un sector gubernamental tan influyente como el INI. En 1963 la asociación con Chrysler, en una de las mayores inversiones norteamericanas en España, le lanzó a un protagonismo internacional. Posteriormente, el socio americano fue ganando terreno al español en las ampliaciones de capital, hasta que la empresa pasó a ser Chrysler España en 1969. Pero la obra de Barreiros sigue presente en la gran factoría de Villaverde (Madrid), en el actual tejido industrial español y en la memoria de aquellos años.
Murió a los setenta y dos años, cuando todavía exploraba nuevos campos de actuación.