Los coches nuevos son más seguros, pero no tanto para las mujeres
- Las mujeres con cinturón tienen un 73% más de probabilidades de lesionarse seriamente respecto a los ocupantes masculinos.
25 julio 2019
Los vehículos construidos en la última década han demostrado ser más seguros que los modelos más antiguos, incluso en los tipos más habituales de choques: colisiones frontales. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores del Centro de Biomecánica Aplicada de la Universidad de Virginia muestra que las mujeres que usan cinturones de seguridad tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir lesiones que sus homólogos masculinos. En concreto su riesgo es de un 73% más en choques frontales que los varones (después de controlar la gravedad de la colisión, la edad del ocupante, la estatura, el índice de masa corporal y el año del modelo de vehículo). La diferencia de riesgo es mayor para lesiones en las extremidades inferiores, pero también ocurre con varios otros tipos de lesiones.
"Hasta que comprendamos los factores biomecánicos fundamentales que contribuyen a un mayor riesgo para las mujeres, estaremos limitados en nuestra capacidad para cerrar la brecha de riesgo", dijo Jason Forman, científico principal del Centro de Biomecánica Aplicada. "Esto requerirá un esfuerzo sustancial y, en mi opinión, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras no cuenta con los recursos necesarios para abordar este problema".
Además, los ocupantes de vehículos de 66 años o más continúan siendo particularmente susceptibles a lesiones torácicas, probablemente como resultado del aumento de la fragilidad de la caja torácica con la edad avanzada.
La buena noticia es que los automóviles más nuevos registran un menor riesgo de lesiones en general. Concretamente, ha disminuido el riesgo por fracturas de cráneo, lesión de la columna cervical y lesión abdominal. Los riesgos de lesiones en la región rodilla-muslo-cadera y el tobillo también se reducen significativamente. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con el riesgo de fracturas de esternón y fracturas graves de costillas.
El estudio, publicado esta semana en la revista Traffic Injury Prevention, es un análisis de los datos de accidentes y lesiones recopilados del Sistema Nacional de Datos de Resistencia a la Caída del Sistema de Muestreo Automotriz para los años 1998 a 2015. Estos datos provienen de una muestra de accidentes reportados por la policía en los Estados Unidos.
Otro estudio realizado por el Instituto Nacional Sueco de Investigación de Carreteras y Transportes, también ha puesto de relieve la desprotección de las mujeres en los accidentes de tráfico. Las razones, según la investigadora Astrid Linder, son que para empezar los dummies o maniquíes que se utilizan en los crash test son masculinos. Se emplean maniquíes con diferentes tamaños y pesos (hay hasta 20 variedades), para representar un rango amplio de percentiles, pero tienen la misma estructura física, la de un hombre.
Durante décadas, las estadísticas de lesiones por accidente de tráfico han demostrado que ciertas configuraciones de choque imponen un mayor riesgo de lesiones en las mujeres que en los hombres. El riesgo de que las mujeres sufran síntomas de trastorno por latigazo cervical es, en promedio, el doble que en los hombres, e incluso más alto en condiciones de choque similares. Además, los estudios han demostrado que las mujeres tienen un mayor riesgo que los hombres de sufrir lesiones graves y muertes en choques similares.
"Históricamente, los hombres han estado sobre representados en los campos de investigación e ingeniería que contribuyeron con los datos y las herramientas para el desarrollo de la seguridad en choques de vehículos motorizados. Mejorar la diversidad de género en estos campos científicos, así como entre los legisladores especializados en seguridad vial, puede ser una de las varias medidas necesarias para llevar la seguridad vial a las mujeres al mismo nivel que los hombres", concluye la investigadora Astrid Linder.
Mientras por ejemplo, se ha incrementado muchísimo la seguridad en niños, no es así para conductores con obesidad, un grupo en alza. En el caso de las mujeres, además, el maniquí estándar, durante años en EEUU fue el de un individuo de 1.50 de estatura y 50 kg de peso, muy lejos de las proporciones actuales mayoritarias.
Según David Lawrence, director del Centro para la Política y Práctica de Prevención de Lesiones en la Universidad de San Diego, "los fabricantes y diseñadores solían ser mayoritariamente hombres, así que no se les ocurrió que debían diseñar para personas diferentes a ellos mismos".