10 puntos a tener en cuenta
- Cambiar las luces por pares, llevar la suspensión en correcto estado o elegir la batería adecuada son algunos de las recomendaciones que nos hacen para viajar con seguridad
09 junio 2021
Seguramente ya estamos planificando el viaje que vamos a hacer este verano. Es posible que ya hayamos pensado en la ruta que haremos por carretera. Para evitar sorpresas y garantizar la seguridad de todos esos desplazamientos, es necesario que nuestro vehículo esté a punto, en perfectas condiciones y con el mantenimiento adecuado.
Por eso, la iniciativa 'Elige calidad, elige confianza', que agrupa a las principales marcas fabricantes de recambios de automóviles, nos ofrece 10 recomendaciones para que este verano sea seguro.
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Luces. Las lámparas deben cambiarse por pares. El flujo de luz va disminuyendo con el paso del tiempo y, si solo sustituimos una, este será desigual. Además, es probable que si una lámpara se ha fundido, la otra lo haga en breve. Ahorrémonos un contratiempo y cambiémoslas a la vez.
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Par de apriete. Cuando se realiza el mantenimiento del vehículo, es fundamental que todas las tuercas y tornillos vayan apretados según las recomendaciones del fabricante (esto es lo que se denomina par de apriete). Si se ajustan en exceso, se puede dañar al resto de las piezas. Si el ajuste es insuficiente, el tornillo absorberá todos los impactos y acabará por romperse, provocando una avería mayor.
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Aceite. Muy importante respetar los periodos recomendados para su sustitución porque de esto depende el correcto funcionamiento del motor. Debe hacerse junto con el filtro, para que la suciedad acumulada en él no acabe provocando un problema más grave.
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Frenos. Las pastillas de los frenos se desgastan antes en ciudad que en carretera y las delanteras antes que las traseras (el doble). Lo recomendable es controlar el desgaste de discos y pastillas cada 20.000 kilómetros, si bien su sustitución dependerá del vehículo y de cómo se utilice. Los componentes del sistema de frenos deben reemplazarse por ejes, ya que solo así se garantiza una frenada equilibrada y la estabilidad del vehículo.
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Sistema de distribución. Todos sus componentes (correa, rodillos, poleas, tensores y bomba de agua, según el fabricante) están interrelacionados y trabajan de forma sincronizada, por lo que si uno falla, es necesario cambiarlos todos. Solo así se evita una avería más grave.
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Suspensión. Atención a los amortiguadores y muelles (actúan entre el chasis y las ruedas) porque permiten absorber los baches y controlar correctamente el vehículo. Llevar la suspensión en mal estado afecta a la frenada, ya que si los amortiguadores no estabilizan la carrocería, se alarga la distancia de frenado e, incluso, la parte trasera podría levantarse.
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Radar. Este componente hace que funcionen los sistemas de asistencia al conductor (ADAS). Tras un accidente, es necesario volver a calibrar las cámaras o los radares.
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Caja de cambios. Debe llevar un alineamiento y montaje adecuados para la correcta inserción de las velocidades.
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Bujías. Su papel es fundamental para lograr una combustión eficiente, limpia y económica y, también, para proteger al motor y al catalizador.
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Batería. Cuando tengamos que cambiar la batería, es muy importante seleccionar una que tenga el tamaño correcto, además de comprobar la polaridad y el tipo de borne. Fundamental tener en cuenta nuestras necesidades, si los desplazamientos que realizamos son mayoritariamente cortos (por ciudad) o más largos (por autopistas y autovías); o si nuestro vehículo incorpora el sistema start-stop, que requiere un mayor rendimiento.